Vergonzosa actuación del colegiado Janny Sikazwe, de Zambia, , que dio aire al Real Madrid cuando estaba groggy y perdioendo por 2-1 con un penalti marca de la casa de esos que sólo se le pitan al Madrid. Lo cierto es que el equipo blanco pudo empatar el partido de penalti y Cristiano Ronaldo aumentar su gloriosa leyenda de penosas actuaciones en finales resueltas con un penalti que queda para la historia. Luego, en tiempo añadido, como siempre, alcanzó el hat trick y la prensa cavernaria hablará de proeza por ganar al Kashima, nada menos que al Kashima. Pero el robo al Kashima no se limitó al penalti que falseó el resultado final. A un minuto del final, y al borde der la prórroga, Sergio Ramos, que llevaba ya una tarjeta amarilla, cometió la torpeza de empujar delante de las narices del arbitro a un jugador del Kashima sin intención de jugar el balón. El árbitro pareció en que iba a mostrarle la tarjeta al central andaluz, pero se lo pensó mejor. Era el Real Madrid y le entró el miedo. Quiere pitar el Mundial y sabe que molestr al Madrid podría salirle caro. Una vez más, el Real Madrid ha necesitado recurrir al comodín del robo, esta vez ante el modesto Kashima, para ampliar su palmarés, un palmarés bajo sospecha por los atracos perpetrados a lo largo de la historia para presumir de títulos.
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