Marc Ingla, exvicepresidente del Barça entre 2003 y 2008, se sumó a la corriente de opinión que el presidente Josep Maria Bartomeu debe convocar unas elecciones a final de temporada ya que su mandato es legal pero no legítimo. Ingla, candidato a la presidencia en 2010, escribió una carta formal al actual presidente para hacerle saber su opinión.
"Me permito animar al Presidente Bartomeu a que actúe con la ilusión que muestra estos días, pero sobretodo le pido que lo haga con la máxima normalidad democrática. Es decir, que convoque elecciones en verano del 2014. Sería su mejor decisión y aval como candidato a liderar una nueva etapa del Club", señala.
Por su parte, también se refirió en estos términos a la dimisión de Sandro Rosell: "Respeto las razones de su dimisión y deseo que cualquier conflicto judicial se resuelva en su favor y en favor del Barça. Pero cuando un socio se propone como Presidente sabe que, desgraciadamente, el cargo conlleva riesgos personales y familiare(...) Por cierto, y dicho sea de paso, el propio Rosell y su Junta también han generado una enorme inquietud e inseguridad a las familias de algunos de los miembros de la Junta anterior, al judicializar algunos aspectos de su gestión, de la que puedo afirmar que nadie obtuvo ilegalmente ni un solo euro".
LA CARTA DE MARC INGLA
Carta abierta:
Inquietud creciente y normalidad
Marc Ingla
Barcelona, 29 de enero
En 2003 mi pasión por el Barça y el fútbol, y el hecho de ver a mi Club sumido en la peor de las crisis (deportiva, económica, social e institucional), me impulsó a dar un paso adelante y presentar mi candidatura como vicepresidente, en un proyecto ilusionante liderado por Joan Laporta, que nos llevó a asumir una gran responsabilidad. Fue un proyecto, ganador contra pronóstico, que nos permitió hacer entre todos un trabajo espectacular y muy provechoso para el Club, al que accedí con “sólo” 37 años pero con una enorme ilusión. Hoy, visto en perspectiva, pienso que tal vez cargué demasiada responsabilidad sobre mis hombros, pero que valió la pena.
Éramos aparentemente un buen equipo, formado básicamente por amigos y conocidos que se hizo añicos en pocos días por culpa del poder, la inmadurez de algunos, las vanidades de otros, el fútbol, el entorno, o vete tú a saber. Recuerdo con afecto las vacaciones que compartimos en familia, con los Rosell, Bartomeu, Laporta, en nuestra casa de Ibiza el verano del 2003 celebrando una victoria en la que nadie había creído, pero con la preocupación de tener que gestionar un Club en bancarrota. Ha pasado el tiempo y se han perdido algunas amistades, pero así es la vida.
Bartomeu es un hombre inteligente y aplicado, al que felicito y apoyo en su reciente ascensión a la presidencia del Club y su consiguiente toma de responsabilidad en estos momentos tan delicados. Pero me pregunto si estas cualidades son suficientes para liderar esta compleja etapa actual del Club.
Desde el 2010 observo con creciente inquietud los hechos que se están desarrollando en el plano institucional y social, una inquietud que se ha convertido en desconcierto tras la abrupta dimisión del Presidente Rosell. De hecho, todos estos embrollos nacen antes, en la moción del 2008, o incluso en el 2006 o el 2005. En la campaña electoral del 2010 ya alerté sobre los riesgos de la opción Rosell por sus litigios jurídicos abiertos relacionados con sus negocios en el mundo del futbol.
Respeto las razones de su dimisión y deseo que cualquier conflicto judicial se resuelva en su favor y en favor del Barça. Pero cuando un socio se propone como Presidente sabe que, desgraciadamente, el cargo conlleva riesgos personales y familiares, contrarrestados por el inmenso honor, responsabilidad y emoción de representar a un Club como el Barça y sus valores por todo el mundo. Por cierto, y dicho sea de paso, el propio Rosell y su Junta también han generado una enorme inquietud e inseguridad a las familias de algunos de los miembros de la Junta anterior, al judicializar algunos aspectos de su gestión, de la que puedo afirmar que nadie obtuvo ilegalmente ni un solo euro.Creo que si los socios y los poderes fácticos hubiesen sabido que podría haber una dimisión tan repentina e inexplicada del proyecto que él lideraba en 2010, seguramente el resultado electoral hubiese sido otro.
El Barça es un Club muy vivo y único en el mundo, pero la continua judicialización, el linchamiento público de algunos de sus dirigentes, los ataques cainitas entre facciones culés, la perversa y egoísta capitalización del éxito del Club por determinadas personas y directivos, y la muy mala sangre que se da en general entre consocios me deja con muy mal sabor de boca y creo que empequeñece y divide a nuestro Club de manera material e interminable. De momento nuestra imagen, local e internacionalmente, está siendo claramente dañada. Y no veo un final próximo a esa situación.A partir de todo eso, me permito animar al Presidente Bartomeu a que actúe con la ilusión que muestra estos días, pero sobretodo le pido que lo haga con la máxima normalidad democrática. Es decir, que convoque elecciones en verano del 2014. Sería su mejor decisión y aval como candidato a liderar una nueva etapa del Club. A nadie le gusta que los directivos se aferren a sus cargos. De este modo estaría plenamente legitimado democráticamente para gobernar, si gana las elecciones, durante un mandato entero y podría liderar cómodamente la remodelación del Camp Nou, una decisión de 600 millones de Euros que requiere mucha legitimidad y muchas explicaciones que serán muy difíciles de entender en un entorno institucional social y mediáticamente convulso. Creo que si el Presidente Bartomeu accede a esta petición hará un gran favor al Club y de paso ganará mucha credibilidad como candidato de su eventual candidatura.
Lamentablemente, a corto plazo seguiremos observando con inquietud los hechos que envuelven al club (conflicto Neymar en Audiencia Nacional, coste creciente, interminable y quizás algún día estratosférico del fichaje de Neymar con todas las contingencias fiscales y otros litigios relacionados por venir, acción de responsabilidad social, no elecciones en verano del 2014, aprobación con división del alto presupuesto del Nou Camp Nou, etc) mientras confío que algún día llegue cierta normalidad al Club. Una normalidad que, sin duda, el buen talante del Presidente Bartomeu podría promover. Pero no estoy seguro que lo haga. Mi preocupación por el Club es muy alta en estos momentos.
Deseo que esta nota se posicione como el inicio de una actitud personal de “observancia” permanente a partir de ahora, observancia que será activa, intentando aportar puntos de referencia constructivos en el devenir del Club y desde la objetividad y el amplio conocimiento del Club, y también en deferencia a los miles de votos y la confianza que obtuvo nuestra candidatura y proyecto en 2010.
Marc Ingla i Mas
Exvicepresidente FC Barcelona 2003-2008
Candidato presidencia FC Barcelona 2010
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