Messi y Piqué echaron a Pep Guardiola del Barça

Messi y Piqué echaron a Pep Guardiola del Barça

| 2022-08-17

| Fede Peris

Rosell descubre que el jaleo que tenía montado en el vestuario fue la causa que invitó a Pep Guardiola a dejar el Barça tras cuatro años de éxitos.

"Me he desgastado y me he vaciado" dijo Pep Guardiola el 27 de abril de 2012 para justificar su decisión de cerrar su etapa como entrenador del Barça dejando como herencia 14 títulos. La leyenda urbana sostiene que Guardiola se fue del Barça peleado con el presidente de entonces, Sandro Rosell. El propio Rosell ha desvelado ahora que se fue porque tenía un jaleo importante montado en el vestuario.

"Nos hubiéramos hecho daño"

Rosell ha explicado en una entrevista a El Periódico que "Pep se fue por por una discusión con los futbolistas. Por un problema que había en el vestuario". No ha dado más detalles, aunque de la época se recuerda las tensiones que surgieron con Leo Messi y con Gerard Piqué, que en 2012 estaba firmemente decidido a dejar el Barça si Pep seguía al frente del equipo.

Y Pep decidió tirar la toalla. Lo explicó así entonces: "el entrenador necesita estar fuerte. Necesita tener aquella vida, aquella pasión, aquella energía tan necesaria para contagiar tantísimas cosas, especialmente a tus jugadores para demostrar que tienen la capacidad de seguir disfrutando a cada partido. Y esto sólo se recupera descansando, alejándome, porquée creo que nos hubiéramos hecho daño. Quizá no, pero yo tengo la percepción de que nos hubiéramos hecho daño, tanto mis jugadores como yo". 

Pep no quería daños colaterales ni con Messi, ni con Piqué ni con nadie. Y optó por dar un paso a un lado para que aquella plantilla siguiera ganando títulos sin él mientras él probaba fortuna primero en el Bayern de Múnich y luego en el Manchester City.



"La tensión de Guardiola con el vestuario era importante"

El propio Gerard Piqué llegó a asumir en La Sotana el cansancio de Guardiola y el nivel de exigencia al que le exponían los jugadores:  “el tema Mourinho desgastó mucho y llegamos a un punto de tensión con Guardiola importante. Y a un punto de tensión en el vestuario en general”. El central catalán admitió que el vestuario del Barça era una bomba de relojería en donde todos opinaban y todos querían imponer su ley.

Guardiola vio claro que no había más solución que acabar en el enfrentamiento con los jugadores, que a base de títulos se habían envalentonado, y optó por renunciar a ejercer ese papel y dejarlo todo. Luego se llevaría el disgusto de Tito Vilanova. Confianza en que también su ayudante dejara el Barça para seguir con él en sus nuevos proyectos, pero Tito prefirió seguir en el Barça sustituyéndole y Pep nunca se lo perdonó. 



Eran como hermanos, pero en el entierro de Tito quedó claro que hacía mucho tiempo que Pep y Tito Vilanova habían dejado de ser amigos.