El clásico ha sido para el Barça. Después de seis clásicos sin conocer la victoria, el Barça de Xavi, en su estreno como técnico en el Bernabéu, ha arrancado los tres puntos del feudo blanco. Y a lo grande.
Ancelotti ha perdido la partida ante Xavi. Ya de inicio mostró una declaración de intenciones preocupante renunciando a un delantero para cubrir la baja de Benzema, cuya ausencia ha cubierto con Valverde. Y Vinicius y Rodrygo han estado muy solos en el ataque durante la primera mitad.
Araujo ha estado inmenso, ha ganado por piernas a Vinicius y le han sobrado arrestos para incorporarse al ataque. El Barça ha salido a controlar el balón, fiel al ADN que defiende Xavi, y ha conseguido su objetivo. Se ha encontrado cómodo en el campo y el Real Madrid ha corrido detrás del balón sin conseguir encadenar dos pases seguidos y con serias dificultades para cruzar la línea de medio campo.
Pedri, Busquets y Frenkie De Jong se han hecho dueños del centro del campo y el juego ha fluido sobre la portería de Courtois, que se ha tenido que multiplicar ante el acoso de los delanteros barcelonistas. El 0-1 ha llegado en el minuto 28. Centra Dembélé y Aubameyang, especialista en marcarle al Madrid, ha rematado de cabeza de forma impecable. Y diez minutos más tarde otra vez Dembélé ha sacado un corner para que Araujo se elevara por encima de todos para rematar de cabeza a gol.
El Real Madrid no ha existido durante la primera mitad y el Barça se ha ido al descanso con dos goles de ventaja que pudieron ser más visto lo ocurrido en el partido.
Quien más quien menos esperaba que Ancelotti ideara al antídoto para encontrar la reacción adecuada. Pero lejos de reaccionar, el Real Madrid ha dado aún más facilidades y en la segunda mitad el Barça ha liquidado el partido con el 0-3 de Ferran en el minuto 46 y el 0-4 llegó en el 51 a través de Aubameyang. Entre gol y gol el Barça dispuso de muchas oportunidades y el resultado ha acabado siendo discreto.
El Barça sacó el pie del acelerador al final. El Real Madrid intentó maquillar el marcador, pero el Barça estaba muy bien situado en el césped ante un rival desconcertado que no se tomó en serio el partido, empezando por el banquillo.
La ausencia de Benzema no es excusa. El Real Madrid no puede ofrecer esta imagen ni ante el Barça ni ante nadie. Y, sobre todo, no puede ofrecer tantas facilidades al rival en un partido que podía cerrar la Liga pero que la deja abierta, con el Barça a 9 puntos potenciales (si gana al Rayo en el Camp Nou) y con el goal average a favor.
Aún así la diferencia sigue siendo mucha para el Real Madrid, pero el equipo de Ancelotti sale del clásico como muchas dudas y cargando al Barça de moral.