En el Real Madrid no ha sentado bien el exceso de deportividad y caballerosidad de Modric ante Leo Messi. Se valora su señorío, pero en el club piensan que se excedió.
Bastaba con felicitar a Messi, no hacía falta decirle que se merecía el Balón de Oro. Especialmente porque la votación fue muy reñida y sólo siete puntos le separaron de Van Dijk. En el club piensan que se excedió con los halagos y que podría haber estado más distnate sin necesidad de perder su señor´ìo. Tampoco gustó la reprimenda a Cristiano Ronaldo, aunque el portugués a fin de cuentas ya no está en el club.
Y no es que en el Real Madrid esté mal visto el fair play, sino que consideran que Messi no se merecía tanto halago porque el año pasado se comportó como Cristiano Ronaldo, no acudiendo a la gala que entronizó precisamente a Modric.
Modric es elegancia pura, dentro y fuera del terreno de juego. El croata declaró que “En el deporte y el fútbol no se trata sólo de ganar, también consiste en respetar a tus compañeros y rivales", refiriéndose claramente a Messi y Cristiano, tras no asistir el año anterior a su coronación como mejor jugador del mundo.
Luka Modric asistió a la gala, sabiendo que no estaba entre los 30 elegidos. Podría haber tenido el día libre, pero el croata decidió igualmente asistir y quedar como todo un caballero que es, ante todo el mundo del fútbol. Se trató de un gesto, que ya pasará a la historia de las galas del Balón de Oro, como una lección inolvidable y que el propio Modric espera, que se convierta en una tradición y se haga año tras año.
El croata comentó en la alfombra roja de Paris que “Ha sido un orgullo poder estar en esta gala y darle el premio a Messi, que se lo merece. Me parece que el último ganador dé el relevo al nuevo vencedor es una práctica estupenda, una muestra de respeto y de convivencia que puede ayudar en el deporte. Somos rivales, pero no enemigos. En el fútbol muchas veces las cosas se llevan al extremo y esta iniciativa puede ayudar a mejorar las cosas. Pasa en otros deportes y me parece bien que esta costumbre se instale en el fútbol”, finalizó el centrocampista merengue.
El croata es un jugador que nunca está metido en polémicas, ningún problema contra un rival, todos los respetan. Es un futbolista que nunca va pedir más dinero por quedarse, nunca le vas a oír una palabra mal sonante, eso sí cuando el 10 madridista dice algo, lo mejor es callarse y escucharle.