Pep Guardiola y el Barça firman hoy la renovación del técnico, un acuerdo esperado que llega al límite y envuelto en una cierta nebulosa de misterio. El entrenador no quire ir más allá de un año, mientras que la nueva junta de Rosell desea que la relación sea más duradera. La negociación ha sido un duro tira y afloja y es lógico que las dos partes hayan mantenido diferencias de criterio, que hay que respetar.
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