La gran mentira urdida Madrid: "Así roba Barça"

La gran mentira urdida Madrid: "Así roba Barça"

| 2017-02-09

| Administrador

Pedro Riaño La sentencia está dictada. Pase lo que pase sobre el terreno de juego, la Santa Inquisición mediática devota del ser superior Florentino Pérez ya ha decidido lo que pasará en los partidos que juega el Barça antes de que se disputen. Robo, siempre robo. El Barça gana robando. Y el Real Madrid... el Barça gana robando. Ese es el mensaje que debe calar entre la audiencia.

Si los árbitros favorecen al Real Madrid (penalti por empujón de James a Modric o gol de Sergio Ramos con tres jugadores en fuera de juego), se trata como una anécdota irrelevante y se mira hacia otro lado. Si los árbitros favorecen al Barça, se denuncia el villarato. Y si los árbitros no favorecen al Barça, se trata de que lo parezca. 



Que parezca que el Barça roba

Y en eso están. Haciendo ver que el Barça robó al Atlético de Madrid, como antes lo intentaron con la Real Sociedad en los cuartos de final de la Copa del Rey. El robo del Barça se fundamenta en un gol concedido al Atlético con agarrón previo de Torres sobre Luis Suárez que el árbitro no quiso ver, dos expulsiones en el Camp Nou (por una del Atlético), un penalti en contra más que discutible y un gol mal anulado al Atlético, al margen de la no expulsión de Filipe Luis por una acción más grave que las que llevaron a Luis Suárez a la caseta. La conclusión de todo ello es que el Barça robó al Atlético.

Como en la eliminatoria previa ante la Real Sociedad, en la que se obviaron dos penaltis de libro no señalados a Neymar y lo que quedó es que el árbitro robó a la Real Sociedad porque señaló equivocadamente un fuera de juego inexistente a Zurutuza en una jugada en la que el jugador donostiarra fue incapaz de controlar el balón y se le fue por la línea de fondo. ¡Robo! El discurso es cansino, pero es lo que hay.



Así, mintiendo, han conseguido que Cristiano Ronaldo sea Balón de Oro. Así, mintiendo, quieren hacernos creer lo que no es. Robo fue lo del Benito Villamarín con la pelota que entró más de medio metro en la portería del Betis y que el árbitro no quiso ver. Ese ha sido hasta ahora el robo más exagerado que se ha visto esta temporada. Robo es que le enseñen una tarjeta amarilla a Cillessen por hacer lo que hacen todos los porteros que visitan el Camp Nou, perder tiempo, sin ser amonestados por ello.

Robo es alargar un partido cinco minutos y añadirle uno más con la esperanza de que marque el Atlético mientras que en el Benito Villamarín, con un Barça lanzado sobre la portería rival, sólo se descontaron tres sin aplicar más prolongación por el minuto que perdió un jugador del Betis haciéndose el lesionado. Eso es robar. Aplicar un criterio para el Barça y otro para los demás. Si al Barça le hubieran dado el gol de Sevilla y al Madrid le hubieran anulado el de Sergio Ramos con triple fuera de juego -dos jugadas que no admitían duda-, el Barça dependería de sí mismo para ser campeón. Y de eso se trata, de que no lo sea... y de intoxicar al personal con la gran falacia de que los árbitros favorecen al Barça. Lo pone en el guión.



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