Pedro Riaño
"El
Barça ganó al
Betis, pero perdió la dignidad". Así titulaba el diario
ABC la crónica del
Barça-Betis del sábado. ¿La dignidad? La
Caverna lo está pasando mal. Llevan semanas alimentando la esperanza de que el
Barça pinche, pero no sólo no tropieza el
Barça. Tampoco el
Atlético. Y ahí siguen, terceros, el lugar que les corresponde en el nuevo orden establecido que nada tiene que ver con el fútbol en blanco y negro. Y les entra un sentimiento de frustración y rabia que queda reflejado en sus reacciones mediáticas.
La crónica impresentable de ABC muy digna de la Caverna
La citada crónica de ABC, firmada por Salvador Sostres, empieza así: "
Basta para comprobarlo el restaurante que eligieron para almorzar el miércoles y conjurarse para conseguir el doblete de consolación: Can Ferran, lamentable. Líbranos, Señor, de los restaurantes que empiezan por Can, que no están en la ciudad, y que presumen de sus «seques», una siniestra y muy flatulenta variedad de judías muy enraizada en la cocina popular -ese eufemismo por no decir «de pobres»- catalana. Si de verdad les importara ganar algo, habrían acudido a cualquier restaurante de Ferran Adrià". Esto sí que es lamentable. Hasta el restaurante que eligen para juntarse los jugadores es motivo de crítica ácida en la capital. Y acaba así la crónica: "El Barça perdió la dignidad y el Betis sólo un partido". Están realmente desesperados.
Pedrerol se hace del Espanyol
No había más que ver a
Josep Pedrerol apasionado hoy con el
Espanyol en busca del
tamudazo. Son ya muchas semanas engañando al personal con la ilusión de que van a pinchar el
Barça y el
Atlético y se agarran a los pericos como a un clavo ardiendo. Luego, si sale mal, dirán que lo importante es la
Champions y no esta
Liga de la que han estado viviendo y soñando todo el año.
Lo vimos anoche en
El Chiringuito. Se lo ven venir, ya empiezan a asumir que el
Barça será campeón, aunque aún les quede el todo es posible en
Granada, y la pataleta les sale con los árbitros. Algo hay que explicar al personal para justificar que tanto derroche de euforia desplegado con el
Real Madrid y tanta porquería descubierta en el
Barça acaba con los de
Luis Enrique celebrando el título y acordándose del amigo
Kevin Roldán.
Anoche El Chiringuito estuvo sembrado. Buscaban en el archivo: "¿Cuántas veces ha terminado el
Barça con superioridad?" Lo buscaban con tanto ahinco como el desinterés que mostraban cuando era el
Madrid el beneficiado por los penaltis y las expulsiones. La risa va por barrios y, como dice
Tomás Roncero, el que ríe último ríe mejor. Y no se les ve cara de risa a loa abanderados de la
Caverna Madridista Radical. Más bien amargados de la vida siempre en el punto de mira del retrovisor de otros. Siempre atrás.
Tomás Roncero: "Contra once no podéis"
"
¡Contra once no podéis!" bramaba
Tomás Roncero, que no debe acordarse ya del 0-4 en esta misma Liga, quizá porque ese día los once del
Madrid valían por cuatro. O por tres. Pero difama, que algo queda. Y que no falte la correspondiente sesión de manipulación: "La segunda tarjeta a
Westermann no es". Claro que sí. Ni el propio jugador se atrevió a protestarla, pero la
Caverna no conoce la vergüenza y es capaz de cuestionar hasta la existencia del
Barça si conviene y lo pone en el guión.
Y luego pedían expulsión para
Piqué por entender que su entrada con el pie en alto merecíala expulsión. Se trataba de interpretar una foto y distorsionarla a su manera, como hacen siempre, queriendo ver lo que no se vio en el campo. Para ellos lo de
Piqué fue un plantillazo tan grave como el de
Filipe Luis con
Messi en el Camp Nou. Y no se ponen colorados. Ahí, en el puesto del Chiringuito, vale todo. Y se quedan tan anchos. Gana el que la dice más gorda. "El jugador del Betis en esta jugada corre peligro", aseguraba un
Buyo muy preocupado. Y preguntaban al público: "¿Merecía la roja
Piqué?" Pues claro que sí, ya lo han decidido ellos, ¿para qué preguntar? También decidieron que si esa entrada, en la que no hay contacto a pesar del pie en alto de
Piqué, la hace
Sergio Ramos hubiera acabado expulsado. Su especialidad es la suposición y leer el futuro. También soñar despiertos con glorias inalcanzables.
Nadie se acordó de Ceballos
Y un colaborador añade: "El partido del Villamarín se resume en esta imagen", la imagen de
Piqué con el pie en alto.
Ceballos se pasó el partido repartiendo pisotones y coces, especialmente a
Piqué, y eso no lo vieron. Como no han querido ver los lamentables tuits del mismo
Ceballos, el agresor de
Piqué. Eso no es noticia para la
Caverna. Otra cosa sería que esos mismos tuits los firmara
Piqué. Son muy selectivos y manipuladores en sus guiones pasados por el ojo de la censura.
La conclusión final la puso
Roncero: "Esta Liga está decidido que la gane el
Barça". Y no le falta razón. Con
el 0-4 del Bernabéu esta Liga quedó decidida. Y ahora una semana viviendo humo con el
tamudazo, animando al
Espanyol e invocando al
espíritu de Juanito en color blanquiazul. Lo de cada año. La pasada temporada era igual y el
Madrid acabó en blanco y el Barça llevándoselo todo. Ahora empiezan a ver que no habrá doblete blanco y alguno se huele que la cosa puede acabar una vez más en cerete, algo muy habitual durante el
florentinato.

Y eso sí, ni una palabra de la bronca de
Modric a
Isco en
Anoeta. El guión prohibe estas cosas. Al madridismo más radical y hooliganesco disfruta más viendo a sus gurús mediáticos echándole mierda al
Barça.
Está claro que el
Barça los tiene desinflados. Ya no les quedan clavos ardiendo para defender la mentira que llevan propagando desde que empezó la temporada, haciendo creer al personal en agosto que el
Madrid ganaría el triplete. Y rabian y sacan fuego por la boca. Rabian viendo al
Barça campeón y algo hay que hacer para ensuciar tanta humillación.
Retratados quedan todos.