El Barça ya no es una agencia de colocación familiar
Qué buenos son los actuales directivos
El 16 de mayo de 2006, en pleno jaleo por las entradas de París, escribía en La Vanguardia: “De la gente de hoy ninguno de ellos es capaz de hacer una mala jugada a nadie. Toman decisiones porque están convencidos de que lo que hacen es lo que es bueno para el club, no para ellos”. En eso mismo estaban pensando los directivos “de hoy” cuando utilizaron para su propio beneficio las entradas de la final de París que eran propiedad de los socios, tal y como ellos mismos denunciaron años atrás. O cuando anunciaron una cifra falsa de entradas para los socios que luego acabó en buena parte en manos de sus propios compromisos. ¿Lo harían porque eso “era bueno para e club y no para ellos“? “Ninguno de ellos era capaz de hacerle ninguna mala jugada a nadie”. ¿Había que creerlo sólo porque lo dijera Johan Cruyff? ¿A quién quería embaucar? ¿Realmente pensaría Cruyff que los socios son idiotas?
Demasiados escándalos en el pasado
“Si no se han jugado más finales es porque se falló fuera del campo; sólo hay que ver los escándalos” Curiosamente, en una buena parte de esos escándalos aparecía él como protagonista. “En nuestra época casi todo acababa en nosotros, no había influencia del otro lado, era un círculo cerrado entre los jugadores y los técnicos. En esta época, apoyo de la junta no tenías nunca”. ¿No era eso lo que reclamaba, autonomía en el vestuario? No se aclaraba. Ahora se quejaba porque le dejaban trabajar a su aire. Sería por ese apoyo inexistente que aguantó ocho años en el banquillo y nunca tuvo la dignidad de dimitir por incompatibilidad con una directiva con la que, al parecer, era imposible trabajar. Sólo fue capaz de renunciar a cobrar del club cuando fue despedido. Y se fue sin recordar que fue el propio presidente quien le mantuvo en el cargo en su segundo año, cuando Barcelona era un clamor exigiendo su cese. La memoria le juega malas pasadas a El Maestro.
Recomienda a Roger al Ajax
Sport desvelaba en 2006 que “Cruyff sugiere a Ten Cate que se lleve a Roger al Ajax”. Dicho y hecho. Ahora volvía a mandar en el Ajax. Los directivos no podían inmiscuirse en los fichajes, pero él sí. Porque él era mucho más que un directivo. Él era El Maestro. Como era de esperar, Roger no destacó en el Ajax.
Jordi a Ucrania
Poco después su hijo Jordi fichaba por el Metalurg de Donetsk y se iba a Ucrania con Pichi Alonso de entrenador tras haber sido nombrado mejor jugador de un mundialito de veteranos de andar por casa jugado en Sitges, plaza fuerte de Laporta.
Profeta en baja forma
Durante las semifinales del Mundial de 2006, acabaría de redondear su nulo éxito como adivino. Después de apostar por España, que quedó eliminada en la segunda ronda, profetizó que “para el bien del fútbol la mejor final es un Alemania-Francia. Italia y Portugal, que jueguen su final, ojalá sea la consolación, y que se aburran mutuamente”. Italia ganó la final aburriendo a Francia con una superioridad incontestable. “Lo que echo en cara a Portugal es que están empeñados en imitar un estilo que no es el suyo ni es atractivo.” ¿Tenía quizá mejor estilo Holanda? ¿Trataba de jugar al fútbol total? ¿Era ese su estilo? ¿Tenía futbolistas para jugar así? Hasta el mejor maestro podía equivocarse y hacer el ridículo.
“Cuando Brasil ganó el Mundial de Corea me cansé de decir, ronda a ronda, victoria tras victoria, que Brasil le hacía un flaco favor al fútbol”. El odio nublaba su vista. Y Holanda sigue sin ganar un Mundial. Ni jugando bien ni jugando mal. Ni con cracks ni sin cracks.
No sabe de estatutos, pero opina
El 20 de julio de 2006 manifestaba a Mundo Deportivo: “Sobre las normas de los estatutos no tengo ni idea“. Ni falta que hacía. Su propio instinto era suficiente para opinar sobre el tema. ¿Para qué perder el tiempo leyendo algo tan aburrido? Era mucho mejor opinar, aún sin tener ni idea. Eso es el Estilo Cruyff. Pura improvisación.
El escándalo de la Creu de Sant Jordi
La Creu de Sant Jordi, la más alta condecoración que concede el Govern de la Generalitat, fue otorgada a Johan Cruyff sin que se conozca a día de hoy en base a qué merecimientos. La entrega de medallas se efectuó en un magno escenario, el Gran Teatro del Liceu, y Johan Cruyff se ausentó porque ese día, un lunes, un profesional de la comunicación responsable como él debía atender sus compromisos laborales con la Cadena televisiva holandesa NOS, en donde debía comentar los partidos de la Champions League del martes y miércoles. Cruyff demostraba así el nulo conocimiento que tiene de la vida pública catalana. Vamos, que después de más de 30 años aún no sabía dónde estaba. Y tampoco se le veía interesado por documentarse.
Tamaño desprecio dio pie a algunos a plantearse qué había hecho Cruyff para hacerse merecedor de una distinción tan importante. Por ejemplo, Vicenç Serrat en infoesports.com el 20 de septiembre de 2006: “He dado muchas vueltas a los posibles méritos de Johan Cruyff para conseguir la Creu de Sant Jordi. La verdad es que no he encontrado muchas. Creo que el Gobierno de la Generalitat, formado por el PSC e ICV, ha valorado que Cruyff, que tiene relación con Barcelona desde 1973, no pone mala cara, ni hace muecas, cuando le hacen una pregunta en catalán. Es más, 33 años después, cuando le hacen preguntas en catalán no necesita que se lo repitan: las entiende a la primera. ¿Que no lo habla? Esto ya sería hilar demasiado fino.
Otra posible razón sería que Cruyff siempre ha sido un hombre muy desinteresado cuando se ha tratado de promocionar el país (Catalunya, claro) en otros países. No se conoce un embajador mejor de Catalunya.
Seguro que el Govern, en su decisión, ha valorado que Cruyff nunca ha denunciado a su amado club, el FC Barcelona, para cobrar la liquidación de su contrato cuando dejó de ser entrenador del FC Barcelona. Pedía 300 millones y terminó cobrando 9 ...
Ah, que tiene un hijo que se llama Jordi. Quizás sea esta última la guinda que ha hecho que el Govern le dé a Cruyff la Creu de Sant Jordi. Por cierto, ¿cuál es la nacionalidad del muchacho?
Para obtener la Creu de Sant Jordi, una persona o una entidad deben proponer el nombre de un tercero para su concesión. ¿Nos explicará alguien quien ha sido el avalista de Johan Cruyff? "
Domènec García no quiso dejar pasar la oportunidad de expresar su punto de vista en e-noticies.com: "Cruyff no habla nada de catalán después de haber estado treinta años entre nosotros, como jugador fue un fracaso (una Liga y una copa en cinco años, tras los cuales el Barça quedó arruinado) y como entrenador tuvieron que ayudarle desde los despachos para ganar lo que ganó. Y no es cuestión ahora de entrar en detalles.
Pero si tengo que buscar y encontrar un gesto de Cruyff a favor de Catalunya (repito, Catalunya y no un partido o unos políticos, que no es lo mismo), no encuentro ninguna. En estos momentos, su fundación se llama Foundation, en inglés, y qué poco le costaría que se llamara Fundació, ¿verdad? Y también recuerdo que hace ya muchos años, cuando el Barça contrató Meyba como primer suministrador de ropa deportiva, Cruyff nunca quiso vestir esta marca, en un claro desprecio hacia una firma catalana que buscaba abrirse paso entre los monstruos globales de la materia. Cruyff pedía dinero extra para vestir Meyba.
Al final, uno llega a la conclusión de que la Cruz de Sant Jordi se la han dado para ayudar a los convergentes sector negocios a echar a Núñez del Barça, porque no había suficientes cojones para hacerlo en las urnas.
Y encima, el holandés no se dignará a recogerla, eso es otra prueba del poco valor que se le da a este galardón”.
“Un mal tipo”
El periodista José María García le atizó con dureza definiéndole como “un mal tipo” en una entrevista concedida a Santi Giménez para Sport el 13 de octubre de 2006. “Respetándole como deportista, Cruyff es un mal tipo. Suker, que asegura tener testigos, me ha repetido mil veces que si no fue al Barça por 500 millones fue porque se negó a tener al suegro de Cruyff como representante. Luego ficharon a Kodro por 700 millones”.
Le subía la ficha a sus compañeros
Explicaba Xavier Bosch en la contraportada de Mundo Deportivo el 4 de octubre de 2005 una anécdota de Paco Fortes sobre su época de futbolista: “Paco Fortes jugaba una buena media de partidos en el primer equipo pero su sueldo estaba lejos del de las estrellas de la época. Harto de pedirle un aumento de sueldo al presidente Montal y no salirse con la suya, se lo comentó a su compañero de habitación Johan Cruyff que, por aquel entonces, estaba en lucha contra Weisweiler y decidió tomar las riendas de la negociación. El 'Flaco' pidió audiencia al presidente, Montal le recibió y Johan le dijo que para su fútbol, tener a Fortes al lado era básico, y que para hacer un buen tándem era imprescindible que le subiese un poco la ficha. Agustín Montal no le supo negar el aumento a Paco Fortes. Pronto llegó a internacional absoluto con España. Luego, con la marcha de Cruyff, también se fue Paco Fortes”.
Ésta era una variante de su frágil doctrina futbolística. Se trata, como ya hemos visto, de que los directivos no pueden ni deben adoptar decisiones técnicas. Se suponía que eso quedaba reservado, en su opinión, para los técnicos. Lo que desconocíamos es que la decisión de mejorar una ficha pueda salir de un compañero de vestuario. De cualquier forma, no debe sorprender la anécdota, porque en aquel Barça de Montal Cruyff, además de capitán del equipo, era el capitán del banquillo y el capitán de los despachos. Quizá porque entonces no hubo ningún secretario técnico capaz de ponerle firmes, el Barça de los setenta se rigió a través de la autogestión de Johan Cruyff, que fue muy feliz tratando con directivos timoratos que no se atrevían a pararle los pies. El problema no era que los directivos se metieran donde no les llamaban, lo que en realidad perseguía Cruyff era que sólo él (como jugador, técnico o asesor externo) podía tener la posibilidad de decidir. Sólo así se entiende que pensara que Rosell no era nadie para fichar a Ronaldinho y en cambio un futbolista, si se llamaba Cruyff, pudiera decidir cuánto debía cobrar un compañero.
Cruyff marca la línea: "no hace falta"
E-noticies.com reflexionaba sobre el mercado de invierno el 20 de noviembre de 2006: “Johan Cruyff ha asegurado en su página quincenal en La Vanguardia que el Barça no necesita fichar otro delantero para cubrir las bajas por lesión de Eto'o, Messi y Saviola. El ex entrenador azulgrana afirma que con los recursos que cuenta Frank Rikjaard es suficiente para afrontar los ocho partidos que le quedan al Barça hasta las vacaciones de Navidad. Cruyff valora que en el mes de febrero los lesionados ya estarán en condiciones de jugar y también que la nueva incorporación no podría debutar hasta el mes de enero. El holandés de manera puntual, apostaría por algún jugador del filial antes que por contratar un futbolista en el mercado invernal. Del mismo modo, Cruyff considera que a mitad de temporada es prácticamente imposible encontrar jugadores del nivel adecuado por el Barça. ¿Se acordará Cruyff de las contrataciones de Davids, Albertini y Maxi López?”. Esa temporada el Barça no fichó a nadie en invierno y acabó el año en blanco.
MAÑANA PRÓXIMO CAPÍTULO
CAPÍTULO 91
Su visión política / “La sorpresa hubiera sido ganar el Mundialito” / Macri y Patsy / Van Bommel, castigado / Con Laporta en el stand de Israel / El genio se lleva la contraria a sí mismo / Amenaza de plante / No sabe cuántas copas de Europa ganó Beckenbauer / Ahora le gusta el Chelsea