El Clásico está a la vuelta de la esquina, y uno de los factores que más preocupa al Real Madrid no es ni el césped ni el rival, ya que los de Zidane están concienciados que es posible ganarle al Barcelona, en lo que sería una chute de moral muy importante para encarar los cuartos de Champions. Lo que más preocupa en el Madrid es el árbitro, ya que los blancos pueden hacer un gran partido, pero si el señor de negro interviene en su contra, no se podrá hacer nada. Y es que el equipo madridista tiene motivos de sobra para tener miedo de la actuación del colegiado, porque en los 23 encuentros disputados desde 2010 ante el eterno rival, el Real Madrid ha visto como el trencilla sacaba roja a 10 integrantes de la escuadra merengue frente a las apenas 4 expulsiones que ha sufrido en ese periodo el Barça. Además, ninguna de las rojas que vio el Barça fue determinante para el juego, ya que solamente Adriano en la vuelta de la Supercopa de España en 2012 la vio sobre el campo. Las otras tres fueron para Pinto, que estaba en el banquillo y la vio en el descanso por su trifulca con Chendo en un clásico de Champions disputado en el Bernabéu, David Villa que fue expulsado cuando también estaba en el banquillo durante la vuelta de la Supercopa de 2011 y para Víctor Valdés, al que le mostraron roja una vez concluido un clásico de Liga en 2013 jugado en el Bernabéu. Esta vez, el árbitro al que mirarán con lupa desde Madrid será el canario Alejandro Hernández Hernández, que se estrenará en un partido de tal índole con tan solo cuatro temporadas en Primera.

Ramos, el más perjudicado por el árbitro

Sergio Ramos, que es el jugador del Real Madrid que más tarjetas rojas ha visto en la historia del club con 20, también es el más damnificado en los Clásicos. Ha sido expulsado en tres ocasiones. En el 5-0 del Camp Nou, en el empate a 2 de los cuartos de final de la Copa donde cayó eliminado el Madrid y en el 3-4 con el Tata Martino en Barcelona. Albiol, Pepe, Di María, Mourinho, Marcelo, Özil e Isco son los otros jugadores blancos que vieron roja en un partido ante el Barça.