Laporta acumula otro desastre: ¡También fuera de Europa en juveniles!
No habrá clásico con el Real Madrid en los cuartos de final de la Europa Youth League. La maldición de Europa cae sobre el Barça
Estaba previsto un clásico Real Madrid-FC Barcelona en los cuartos de final de la Europa Youth League, el equivalente a la Champions League juvenil. Pero también en este terreno la maldición que pesa sobre el Barça se ha cebado contra los chavales blaugrana.
Mientras el Real Madrid resolvía su compromiso con el Salzburgo gracias a un ex de La Masía y esperaba al Barça para medir fuerzas, el juvenil blaugrana ha imitado al primer equipo y se ha hundido estrepitosamente perdiendo por 0-3 ante el AZ Alkmar.
El Barça de Laporta está gafado
El Barça de Laporta parece gafado. Con el primer equipo, con el filial, con el fútbol base... También ha bajado el nivel del equipo de baloncesto y de balonmano. Solo falta que Alexia Putellas y sus compañeras también decepcionen, algo que hasta ahora nunca ha ocurrido.
Antes de llegar Laporta a la presidencia el Barça había vencido en dos ediciones de esta Champions en categoría juvenil. Fue en 2014, con Munir y Adama; y en 2018, con Riqui Puig y Miranda. Hoy el juvenil blaugrana no ha estado a la altura del trabajo que se supone que se realiza en La Masí durante toda la temporada. Allí estaban Mateu Alemany y Rafa Yuste (el presidente estaba ocupado).
Y eso que el juvenil blaugrana se reforzó con jugadores del filial en edad juvenil (Chadi Riad, Akomach y Casadó). Pero ni así. Nuevo fracaso estrepitoso que no augura nada bueno en un club que empieza a acostumbrarse a conjugar el verbo perder mientras el dinero sale y no entra, se generan dudas en torno a la remodelación del Camp Nou y los inversores amenazan con huir del proyecto ante la posibilidad de ver al Barça en Segunda como consecuencia del caso Negreira.
Y para acabarlo de arreglar, el Barça alineó a su fichaje millonario estrella, Lucas Román, llegado en el mercado de invierno procedente del Ferrocarril Oeste por 1,2 millones, con una cláusula de rescisión de 400 millones de euros. Pero ni así. Jugó seis minutos y vio dos tarjetas.
Un fracaso más a añadir a la lista negra que acumula Joan Laporta en su tercer año de mandato.
