Cuando en alguna final de la Copa del Rey aficionados catalanes y vascos han silbado el himno nacional de España, las fuerzas vivas de la política española se han alzado en pie de guerra exigiendo sanciones ejemplares para quienes no muestran educación y respeto ante el simbolismo del himno.
Anoche en Sevilla sucedió algo parecido. El público abucheó los acordes del himno sueco, algo que se pudo ver en el mundo entero a través de la transmisión televisiva y que generó malestar en la expedición sueca... y también en la española.
Janne Andersson, el seleccionador sueco, mostró su indignación por el tema al término del partido: "Pienso que no hubo respeto por el himno sueco y espero que en adelante haya un cambio. Creo que debe hacerse. Hay que respetar el himno nacional, lo razonable es mostrar ese respeto de forma amistosa".
Y peguntado sobre si había comentado el tema con su colega Luis Enrique, afirmó: "No, no he hablado con Luis Enrique después, estaban tan contentos en el campo que no sentí que fuera el momento. No es nada por lo que desesperarse, pero en general creo que debes mostrar ese respeto".
Y el seleccionador español compartió al término del encuentro el punto de vista de Andersson, hasta el punto de disculparse ante los suecos por el comportamiento del público sevillano: "Pido disculpas por eso, es una cuestión cultural. No odiamos a Suecia, pero es una mala costumbre. Espero que podamos cambiar eso en el futuro, lo más importante es mostrar respeto por el equipo contrario y el pueblo sueco. Lo siento de verdad".
También le preguntaron si en el partido de Estocolmo el público sueco reaccionó igual que el sevillano contra el himno de España: "No me acuerdo, pero si lo hicieran también me hubiera quejado. Es algo que debemos cambiar con el tiempo".