Todo hace indicar que al Real Madrid le han vendido gato por liebre con Vinicius. Es tanto el rencor que anida en el club blanco por la irreparable pérdida de Neymar, que Florentino Pérez ha aceptado pagar 61 millones por un niño que le han vendido como el Neymar del futuro. Valía la pena correr el riesgo. Pero el niño no es más que un niño de 16 años, que puede salir bien o... no. Y no parece que su progresión confirme el éxito de una inversión tan exagerada como la que ha hecho el Real Madrid. Vinicius debutó con el Flamengo con muchas luces y elogios y a medida que ha ido pasando el tiempo su estrella se ha ido apagando hasta convertirse en carne de banquillo. En el último partido apenas jugó ocho minutos. Vinicius es un fenómeno mediático, pero también un futbolista normal y corriente, como tantos otros.
Ante el Chapecoense entró en el campo a falta de ocho minutos, cuando su equipo ya ganaba por 5-1. Desde su debut en el primer equipo del Flamengo, el 13 de mayo contra el Atlético Mineiro, Vinicius Júnior ha tomado parte en todos los partidos del Flamengo, llegando a ser titular en tres. Pero ante el Fluminense tuvo una actuación especialmente desafortunada y su entrenador, Ze Ricardo, ha dicho basta y le ha enviado al banquillo, a pesar de que en Brasil comentan que el Real Madrid ha impuesto una clásula en el contrato de compra que obliga al Flamengo a alinearlo en todos los partidos.
Y el porvenir que le aguarda no es esperanzador tras la llegada al Flamengo de tres nuevos jugadores: Everton Ribeiro, Geuvânio y Rhodolfo. El rendimiento de Vinicius Junior ha ido de más a menos desde que debutó en el Flamengo. Le han metido mucha prisa y la presión puede con él. ¿Será el inicio del fin de una estrella que nunca llegó a serlo?