Y es que Leo, tan diferente y especial como lo era en el campo. "Al principio sufrió porque los niños eran crueles. Es normal. Le veían diferente. Venía de fuera, tenía costumbres diferentes y, además, él tenía problemas de crecimiento. Se reían de él y lo pasó mal, pero afortundamente, lo fue superando", afirma su padre, Jorge Messi, en la presentación del libro “Educados para ganar”.
De todos modos, Leo fue creciendo poco a poco, tanto física como futbolísticamente y no hay duda que con el Barça, ha conseguido ser feliz y lo que es más importante, hacer feliz a mucha gente. Porque por mucho que sus inicios fuesen difíciles, le ayudaron a poder ser el Leo Messi que hoy todos disfrutamos en los terrenos de juego. ¿Porque quién se iba a imaginar que un pequeño argentino con problemas de adaptación, tímido y agobiado en la escuela se iba a convertir en el ídolo de tanta y tanta gente?