Sergio Portales El FC Barcelona venció ayer al Borussia Moenchengladbach en una noche feliz: 4-0 al rival, clasificación para octavos de final de la Champions League como primeros, recuperación de Arda Turan con su hat trick y resurrección de Aleix Vidal, a quien parece haber descubierto ahora Luis Enrique, casi un año después de su debut en el Barça. Sin embargo, no todo fueron buenas caras y sonrisas al término del partido. Leo Messi se fue al túnel de vestuarios muy molesto porque había desperdiciado una excelente oportunidad de batir el récord goleador de Cristiano Ronaldo en la fase de grupos de la Champions League. Con el gol anotado en los primeros minutos de partido, Messi alcanzó la suma de 10 goles en sus cinco primeros partidos jugados en la presente edición de la Champions League, que le deja a un tanto del récord absoluto en poder de Cristiano Ronaldo establecido la temporada pasada. Messi tenía una hora y cuarto por delante para lograr su objetivo. Y también un rival ideal que se defendía con orden, pero sin violencia y permitía cualquier tipo de intentona.
Comenta con Facebook