El árbitro que dejó al Barça fuera de la Champions vuelve a escena. Nicola Rizzoli, el colegiado que permitió el robo en el Calderón señalando unas manos de Gabi fuera del área cuando estaba dentro, ha reconocido de nuevo su error de apreciación en la jugada, y además ha desvelado qué es lo que sucedió en el camino de vestuarios una vez terminó el partido. Rizzoli ha elogiado el ‘fair play’ que tuvo el Barça tras la eliminación. Valores de un club que no son poco comunes en el fútbol de hoy en día: “Los jugadores del FC Barcelona y sus dirigentes vinieron al vestuario a felicitarnos. Ninguna protesta. ‘Han merecido pasar ellos’, fue su comentario. A eso se le llama cultura deportiva. En Italia no sabemos lo que es”, cuenta el árbitro del encuentro. Una muestra más de que el equipo azulgrana es más que un club. Lo normal hubiera sido rodear al árbitro y protestarle por la decisión errónea, pero los de Luis Enrique encajaron el duro golpe con deportividad y felicitaron al rival sin excusas de mal perdedor. Eso sí, la actitud fue de diez, pero no decir que fue un robo en toda regla es faltar a la verdad, pues esas manos son tan claras que Rizzoli no se puede permitir el lujo de fallar en su decisión y mandar a un equipo para su casa por ese error de bulto. Felicitar al Atlético por el pase y condenar la actuación del árbitro son totalmente compatibles.

El tuit que recoge las declaraciones del árbitro:

El árbitro Rizzoli elogiando la cultura deportiva del Barça: "Nadie me reprochó el error con el Atléti" @Gazzetta_it pic.twitter.com/2VM4T291SX

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— Filippo Ricci (@filippomricci) 29 de abril de 2016