Carlos Muñiz
Aunque de manera interesada se haya querido generar una atmósfera contraria al Real Madrid reivindicando un supuesto robo arbitral al Villarreal en el encuentro que ayer les enfrentó en La Cerámica en un partido que concluyó con el triunfo blanco por 2-3, lo cierto es que si a alguien perjudicó el colegiado Gil Manzano fue al Real Madrid.
El partido debió acabar 0-4 a favor del Real Madrid
1.-El primer gol del Villarreal, obra de Trigueros, llega precedido de una carga ilegal de Castillejo que, además viene acompañada de una mano. El colegiado no vio ni una cosa ni otra.
2.-El segundo gol del Villarreal fue conseguido por Bakambu aprovechándose de una posición antirreglamentaria de fuera de juego, tal y como han demostrado las imágenes de TV.
3
.-Hubo una mano flagrante de Víctor Ruíz dentro del área castellonense que el colegiado no se atrevió a pitar cuando el resultado era de 0-0.
4.-La mano de Bruno Soriano dentro del área que fue señalada como penalti y que significó el empate a dos para el Real Madrid está bien pitada. Aunque desde Villarreal quieran hacernos creer que fue involuntaria, el reglamento es claro en este apartado. Según la circular número 3 enviada da por el Comité Técnico de Árbitros a los colegiados, y que hoy desvela el diario As, sólo se contempla involuntariedad en el rebote si procede del propio infractor y no de un compañero, como es el caso que nos ocupa. Así lo explica: : “El uso de las manos en el juego del fútbol es una conducta antideportiva que la regla contempla como infracción cuando estas son deliberadas y tienden a dañar los intereses del adversario. Deberá amonestar a un jugador cuando evite un pase al adversario, cuando marque un gol al adversario o lo intente o cuando la mano intercepte un balón que vaya en dirección a puerta. Amonestará igualmente al jugador que mediante una argucia se fabrique una jugada final de ataque. Expulsará a todo jugador que mediante el uso de las manos de forma deliberada evite un gol del adversario. No se considerará mano deliberada cuando un jugador toque el balón con la mano de forma accidental si el balón procede de un rebote de la pierna o del cuerpo del mismo jugador que lo disputa”.
Visto lo visto, ninguno de los dos goles del
Villarreal debió subir al marcador, el penalti al
Villarreal está bien señalado y el árbitro debió pitar otro penalti a favor del
Real Madrid. El resultado debió ser de 0-4 suponiendo que el
Real Madrid anotara el penalti. Todo lo demás, humo.