Desde el gol que le marcó a Ter Stegen en la Supercopa, hace más de un mes, Vinicius no consigue reencontrarse con el gol.

La estrella de Vinicius se está apagando en los últimos partidos, lo que genera preocupación en Carlo Ancelotti y en todo el madridismo.

Siete partidos consecutivos sin goles

Desde que Vinicius vio puerta ante el Barcelona, el 12 de enero en la Supercopa disputada en Arabia, no ha vuelto a anotar un solo tanto.  Han sido siete partidos de sequía. En la mayoría de ellos no estuvo Benzema, lo que generó inquietud ante la dependencia que la estrella brasileña pueda tener del delantero galo.

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Pero en el Parque de los Príncipes estuvieron los dos, y el juego de ambos fue irrelevante, pasaron inadvertidos y apenas generaron ninguna acción de peligro que pudiera disparar las alarmas en la zaga del PSG.

Vinicius se ha estancado después de un inicio de temporada espectacular en el que firmó 15 goles, 12 de ellos en LaLiga. Pero ya encadena 7 partidos consecutivos sin ver puerta. Y su sequía goleadora está directamente relacionada con el bajón en juego y resultados del equipo madridista.

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Vinicius necesita al mejor Benzema

Y Ancelotti está preocupado porque Vinicius ha perdido la magia que le caracterizó en los primeros compases de la temporada, cuando todo le salía bien. El gran objetivo del técnico italiano es recuperar la frescura en ataque de Vinicius y la eficacia de Benzema, que en París volvió al equipo después de superar una lesión.

Probablemente Ancelotti necesite la mejor versión de Benzema, generando espacios, para que Vinicius vuelva a sembrar el pánico en sus internadas por la banda izquierda, algo que no ha conseguido en las últimas jornadas y que probablemente tenga mucho que ver con la estadística que le encuembra a ser el jugador que más faltas recibe en LaLiga: 54.

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Hoy, ante el Alavés, Vinicius tiene la oportunidad de volver por sus fueros y recuperar la senda de los éxitos que le ha caracterizado desde el inicio de la temporada.

 

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