Si la trayectoria del Real Madrid es inmaculada sobre el terreno de juego en todas las competiciones en las que está participando esta temporada, también en los despachos se marcan goles de bandera. Por ejemplo, alcanzando un acuerdo con la Confederación Brasileña de Fútbol para que los cuatro brasileños del equipo blanco puedan estar en San Mamés el jueves 3 de febrero defendiendo la camiseta del Real Madrid en el partido único de cuartos de final de la Copa del Rey.
El Real Madrid no se ha quedado de brazos cruzados lamentando las ausencias de sus cuatro jugadores brasileños en el próximo compromiso de Copa, uno de los grandes objetivos del equipo de Ancelotti en la presente temporada.
Además, existe la incertidumbre sobre el estado físico de Benzema, que en caso de no poder jugar en Bilbao supondría darle demasiada ventaja al equipo vasco.
Los jugadores brasileños del Real Madrid, Vinicius, Rodrygo, Casemiro y Militao, viajan hoy mismo a Ecuador para ponerse a disposición de su seleccionador en los dos partidos de clasificación para el Mundial de Qatar que la canarinha tiene pendientes. Tite ha exigido la presencia de los jugadores madridistas a pesar de que Brasil no los necesita porque ya tiene el billete para el Mundial. Pero quiere hacer equipo con los cuatro.
Brasil jugará ante Ecuador este jueves y en la madrugada del martes al miércoles (01.30 hora española) frente a Paraguay en Belo Horizonte. El Real Madrid ha intentado buscar una solución para que sus cuatro jugadores puedan estar el jueves en San Mamés. Y la ha encontrado.
La CBF ha acabado cediendo. El club blanco no ha conseguido que Tite libere a sus cuatro jugadores para el segundo partido, pero sí ha logrado que la Confederación Brasileña de Fútbol flete un vuelo chárter justo al término del Brasil-Paraguay para que los jugadores madridistas regresen rápidamente a España y se incorporen a la expedición blanca que partirá rumbo a Bilbao.
Los jugadores llegarían a Madrid a las seis de la tarde del miércoles, no se entrenarían (ya vendrán rodados de Brasil), se dirigirían directamente a sus domicilios para descansar y contrarrestar el jet lag y a la mañana siguiente cogerían el avión para Bilbao para jugar por la noche en San Mamés. Jugarán dos partidos en 48 horas y con un viaje transocéanico por medio, pero no se ha podido encontrar mejor solución.
Los jugadores llegan hoy a la convocatoria de Brasil con la misión de convencer a Tite de que no les alinee en el segundo partido ante Paraguay, el más próximo al de San Mamés. De conseguirlo, la negociación habrá sido redonda para el Real Madrid.
La negociación ha sido imposible con Fede Valverde, que no podrá estar en San Mamés porque Uruguay aún no está clasificada para el Mundial y tiene que ganarse el pase el viernes en Paraguay y el miércoles ante Venezuela en Montevideo.
A Valverde no se le puede pedir que se reserve porque se juega el Mundial en estos dos partidos.