Demasiado Mirotic y Laprovittola para tan poco Heurtel
Sergi Llull mostró el señorío y la deportividad del Real Madrid en la derrota dedicándole una peineta al público del Palau Blaugrana.
El Barça le ha dado una cura de humildad al Real Madrid de baloncesto en el Palau Blaugrana. El 93-80 final en el choque de Euroliga que decidía el liderato refleja con claridad la diferencia que separa a unos y otros, y eso que el Barça jugó sin medio equipo titular por las bajas de Calathes, Higgings y Abrines.
Mirotic lideró el triunfo barcelonista con una actuación impecable, aupado por la especial conexión que existe entre el Palau y el jugador de origen montenegrino. Mirotic hizo el partido perfecto y desarboló todos los intentos del Real Madrid por frenarle. Laso lo intentó todo, pero Mirotic es mucho Mirotic para este Real Madrid, que ha caído ante el líder incuestionable de la Euroliga.
"La mayor panda de ratas de Europa"
Las ausencias de Calathes, Higgins y Abrines obligaron a Mirotic a dar un paso al frente liderando al Barça, y no decepcionó a nadie. Se comió literalmente al Real Madrid igualando su mejor registro anotador (31 puntos) y superando su récord personal de valoración (39). Anotó 4 de 4 en lanzamientos de dos, 3 de 6 en triples y 14 de 15 en tiros libres, además de capturar 10 rebotes y dar una asistencia. El partido perfecto.
Sergi Llull ofreció una muestra del señorio del Real Madrid
Y Mirotic no encontró réplica en nadie del Real Madrid. Ni siquiera en Sergi Llull, que mostró su impotencia, su decadencia, su señorío y su concepto de la deportividad dedicando una peineta al público, algo normal y que hay que entender. De hecho, el médico del equipo blanco es capaz de llamar públicamente a los jugadores del Barça "la mayor panda de ratas de Europa". Y ahí sigue, cobrando del Real Madrid. A partir de eso, todo es posible. Señorío en estado puro.
Mirotic entusiasmó y Heurtel, como era previsible, decepcionó. Tampoco Hanga estuvo a la altura de las exigencias del partido. En cambio Laprovittola machacó a triples a su exequipo. El argentino, que llegó al Barça como tercer base del equipo, se comió a Heurtel, que fue recibido en el Real Madrid como si fuera Michael Jordan.
Mirotic era el hombre más feliz del mundo al término del partido: "Ha sido una noche espectacular, mágica, y el Palau ha estado impresionante".
Y añadió: "Hemos jugado un partido muy físico y completo, con mucho respeto hacia el rival porque sabíamos que no podíamos darle la oportunidad de que se acercara y en ningún momento le dejamos jugar fácil".
