"El perro y el gato son los sistemas. El perro es el sistema de tres delanteros que es el más fuerte que tenemos con un atacante de referencia. El gato es un 4-4-2 sin atacante de referencia que es menos agresivo, más blando, menos control de juego. Queremos jugar siempre en el perro pero hay veces que tenemos que jugar con el gato".
Así explicó Mourinho sus cosas de "genio" únicamente al alcance de mentes privilegiadas. Como, al parecer, los periodistas, a quienes iba dirigida su disertación, no entendieron qué tenían que ver el perro y el gato con el fútbol, Mourinho les soltó en Zaragoza: "yo pensaba que eran ustedes gente más inteligente para entender mis palabras". Y se quedó tan ancho. Él y los que le escuchaban.
Pues no. No le entendieron. O su audiencia no daba más de sí o quizá -aunque esto es menos probable- él no se expresó bien. Lo que está claro es que la prensa madrileña encajó sin pestañear la diatriba, hasta el punto de que muchos medios ni la mencionan. Están más preocupados por buscarle los tres pies al gato a lo que diga Guardiola que a tomar en serio las faltas de respeto a las que puedan ser sometidos por este personaje. Ciertamente, que Mourinho le falte el respeto a alguien ya no es noticia. Pues a seguir con Guardiola, a ver si hay suerte.