Dani Alves nunca se muerde la lengua y después del empate a dos contra Uruguay no fue un caso aparte. El brasileño salió a zona mixta, y cuando le preguntaron por qué su juego era diferente en relación al Barça, él contestó claramente: “Brasil y el Barça tienen dos estilos de juegos diferentes y en la selección no podemos hacer lo mismo que en Barcelona porque estamos acostumbrados a otra filosofía y no tenemos las mismas características”, dijo. “Si la gente quiere verme jugar como en el Barça tendrán que irme a ver a Barcelona”, cerró.

Estas palabras del azulgrana no han sentado nada bien en Brasil. En el país sudamericano se considera que su selección de fútbol es el summum, no hay nada mejor que ella. En los últimos años el nivel ha ido cayendo en picado y ha pasado del ‘jogo bonito’ a no brillar en absoluto. Dani Alves lo tiene claro, y como suele pasar en él, ha creado mucha polémica.

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Desde la federación brasileña de fútbol se ha instado al seleccionador, Dunga, a darle una dura reprimenda en privado a Alves: puede tener esa opinión, pero nunca decirla públicamente, porque deja en mal lugar a la selección. No obstante, desde otros sectores de esta se han aplaudido sus palabras y han dejado claro (en privado) que piensan igual que su compatriota.