Se puede comprender que Manu Sarabia, ex jugador del Athletic de Bilbao, simpatice con Osasuna, por aquello de la proximidad geográfica, pero de ahí a mostrar su pasión por el "descomunal" juego de Osasuna o su "rabia" porque Osasuna no ha ganado, va un abismo. El fútbol televisado mueve mucho dinero, demasiado, y lo menos que puede exigirse a las operadoras es que sus transmisiones sean profesionales e imparciales. Canal Plus no es la televisión local de Navarra, en donde sería comprensible el tono partidista de una locución. Canal Plus emite para toda España, también para el publico barcelonista, que no tiene por qué aguantar a comentaristas volcados con el equipo rival, ensalzándole en todo momento y minimizando cualquier acción del Barcelona.
Sarabia, que se pasó los 90 minutos ensalzando el juego, nada del otro mundo, de Osasuna, dio rienda suelta a su frustración cuando el Barça le dio la vuelta al marcador, llegando incluso a acusar al árbitro de ser el causante de la derrota local. Las jugadas polémicas en el área osasunista se pasaban de puntillas y le buscaban los tres pies al gato cuando el Barcelona podía resultar beneficiado.
Una pena que Sarabia haya perdido la compostura de esta manera. Dejó un buen recuerdo como futbolista y como "comentarista" va camino de echar por tierra todo su prestigio. Que le paguen en Madrid no le obliga a distorsionar la realidad con un Osasuna "descomunal" que sólo vio él.
Dentro de las tareas de un presidente del FC Barcelona está la defensa de los intereses del club, y bien haría en tomarse en serio este tema, que no es un detalle sin importancia. No se puede castigar a la audiencia barcelonista de esta manera.
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