El Barça cayó derrotado por 1-3 en el Camp Nou frente al Real Madrid. El cuadro de Ernesto Valverde dejó mucho que desear.
Partido lento, entre dos equipos que estuvieron más cómodos en labores defensivas iniciando el ataque que en el propio ataque. Tanto FC Barcelona como Real Madrid comenzaron con un ritmo realmente lento, intentando no cometer ningún tipo de error que pudieran pagar caro, pero intentando aprovechar las pocas oportunidades que dejaban las defensas rivales, que estuvieron muy bien.
Sorprendió el marcaje al hombre de Mateo Kovacic a Lionel Messi, con el que Zinedine Zidane intentó desde el primer momento que Casemiro, su hombre defensivo en el centro del campo, no viera amarilla durante el transcurso del encuentro, pero ciertamente, aunque el croata hizo una labor extraordinaria (se ubicó en la banda de Messi, dejando la posición de Modric libre para Kroos), en la primera oportunidad que tuvo el argentino para zafarse, terminó viendo amarilla el brasileño. Una amonestación que le condicionaría durante el partido.
En el primer tiempo, ninguno de los dos equipos dispuso de oportunidades claras. A Gerard Deulofeu, titular en la banda que ocupó Neymar durante los últimos cuatro años, se le vio dubitativo, con ganas de ayudar al equipo, pero teniendo claro que no podía cometer errores porque lo podía pagar caro. Estas dudas las notaron Messi y Luis Suárez, que intentaron poner de su parte para ayudarle lo máximo posible, por ejemplo, dejándole servir algún que otro córner. El argentino se lo dejó claro en más de una ocasión: sin prisa y con cabeza, había tiempo.
La ocasión más clara de la primera parte la tuvo el galés Gareth Bale, pero no acabó en nada. El atacante madridista estuvo a punto de aprovechar una jugada personal de Isco Alarcón, que causó estragos en la banda defendida por Aleix Vidal, al que Marcelo cogió la espalda con cierta asiduidad.
El segundo tiempo no pudo comenzar de peor forma para el FC Barcelona. A los cinco minutos de que el colegiado diera nuevamente el pitido inicial, Gerard Piqué desvió hacia su propia portería un pase de Marcelo que iba dirigido al centro del área. El defensa catalán se marcó en propia puerta ante la sorpresa de Ter Stegen, que no esperaba que ocurriera eso.
Ernesto Valverde se movió rápidamente tras el tanto en contra, y quitó del terreno de juego a Gerard Deulofeu, que no jugó nada bien y se mostró bastante perdido durante el transcurso del encuentro. El lugar del atacante catalán lo cubrió Denis Suárez, que rápidamente crearía la primera ocasión de gol, entrando y poniendo el balón a la cabeza del charrúa Luis Suárez, aunque pudo detener el esférico Keylor Navas. Por parte del Real Madrid, entró Cristiano Ronaldo (por Karim Benzema), que no se llevó una pitada atronadora puesto que la gran mayoría de aficionados que acudieron al Camp Nou eran del Real Madrid.
La entrada de Denis Suárez le dio mucha movilidad al Barça en ataque, creando espacios en las bandas y poniendo balones que podían rematar sus compañeros. Sin duda alguna, el gallego en pocos minutos dejó claro que puede ser una opción completamente viable para ocupar la banda izquierda del ataque azulgrana.
Dio la sensación que ambos entrenadores se coordinaron para realizar los cambios, porque el segundo también llegó a la vez. Sergi Roberto sustituyó a un cansado Andrés Iniesta, que no tuvo su mejor partido frente al Real Madrid, y en el cuadro blanco hizo su aparición Marco Asensio, que pasó a ocupar la banda izquierda, en sustitución de Mateo Kovacic, por lo que Messi perdió su marcador individual y se pudo mover con mucha más libertad.
Durante unos minutos, el Barça se mostró bastante superior al Real Madrid sobre el terreno de juego. Y terminó llegándole la recompensa. En el minuto 76, en una jugada algo compleja, Luis Suárez aprovechó un esférico solitario para plantarse ante Keylor Navas, que le tocó y le tiró al suelo. El colegiado, con buen ojo, señaló el punto de la pena máxima.
En unos segundos en los que Sergio Ramos le recriminó la acción a Luis Suárez, Lionel Messi cogió el balón y aprovechó para coger un poco de aire. El argentino, el mejor jugador de la historia, no falló, y tiró en la dirección contraria respecto a la que se lanzó el guardameta tico. En la siguiente acción, Luis Suárez estuvo a punto de adelantar a su equipo, pero falló.
La alegría le duró poco tiempo al FC Barcelona. Minutos más tarde, Cristiano Ronaldo marcó un auténtico golazo por toda la escuadra que no pudo detener Ter Stegen. El portugués, durante la celebración, se quitó la camiseta y recibió una amarilla que terminaría siendo determinante, porque algo más tarde, simuló un penalti y terminó marchándose expulsado. En un gesto de poca deportividad, el portugués le pegó un empujón al colegiado, De Burgos Bengoetxea, que le podría costar una importante sanción.
Rápidamente, Ernesto Valverde realizó su último cambio: entró Paco Alcácer en sustitución de Ivan Rakitic. El delantero español pudo ser importante rápidamente, porque mientras Isco intentó perder tiempo, le quitó el esférico y formó una contra que a punto estuvo de acabar en el empate, aunque Luis Suárez no estuvo acertado de cara a puerta.
Finalmente, Marco Asensio cerró el marcador en otra contra de libro en la que la defensa del FC Barcelona dejó mucho que desear: el balear se sacó un grandísimo disparo de la manga y batió a Ter Stegen, que no pudo hacer nada ante tal disparo. El mallorquín, en la celebración, se señaló el nombre y el dorsal, mostrándolo a la grada, dejando claro a Bartomeu y su corte que se equivocaron, y mucho, fichando a Douglas en lugar de a él.
La Supercopa de España está prácticamente decidida, a no ser que Messi quiera lo contrario...
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