Están condenados a ser rivales de por vida, pero Dani Carvajal y Lamine Yamal han hecho buenas migas en la selección. Una historia de amor que parece imposible.
A Carvajal le cae muy bien Yamal. Y éste tiene en el lateral madridista a su mentor y consejero en la selección. Además, por cuestiones tácticas, su posición se complementa cubriendo la totalidad de la banda derecha de la defensa y el ataque de España.
Y se entienden. Tanto o más de lo que puedan pensar los aficionados del Real Madrid y del FC Barcelona. La selección les transforma y han montado una sociedad por la banda derecha que puede llevar a España muy lejos en la Eurocopa de Alemania.
Buen rollo entre Real Madrid y Barça
Carvajal está culminando en Alemania la mejor temporada de su carrera, y Lamine Yamal sorprende a todos en cada partido con su amplio repertorio técnico. Incluso Aleksander Ceferin, presidente de la UEFA, ha dicho que si tuviera un club y dinero al primero que ficharía sería al delantero blaugrana.
Ante Croacia, Lamine Yamal asistió con su centro al golazo de Carvajal que cerró la cuenta del 3-0 en el estreno de la Roja en la Eurocopa. Y el capitán madridista se fundió con Lamine Yamal en un abrazo que ha dado mucho que hablar.
Es normal, la relación entre ambos es excelente. Tanto dentro como fuera del campo. Carvajal le dobla la edad a Lamine, casi podría ser su padre. Pero el entendimiento entre los dos es total, independientemente de rivalidades.
"Me gusta jugar con Carvajal"
Carvajal le agradeció a Lamine el pase que le permitió anotar ante Croacia: "Lamine Yamal me ha puesto un balón que solo he tenido que empujar". Y el blaugrana ha respondido con más palabras cariñosas: "En el Madrid tienen suerte de tenerte, ayudas mucho al jugador de banda... me gusta jugar contigo", ha dicho en palabras recogidas por Defensa Central.
Entre el madridista y el barcelonista ha nacido una historia de amor que acabará al término de la Eurocopa. Cuando vuelvan a enfundarse la camiseta de sus equipos, no habrá espacio para el buen rollo entre ambos. Pero, de momento, disfrutémoslos.