Sin contemplaciones. Antonio Rüdiger le ha dado la bienvenida al Real Madrid a Endrick con una dura entrada que debe servirle de lección para lo que le espera. El central alemán ayuda al delantero brasileño a integrarse en un nuevo concepto del fútbol.
Sin contemplaciones con Endrick
Rüdiger, como es habitual, no se ha andado con contemplaciones en el último entrenamiento. No le gusta perder ni al parchís, y cuando ha visto que Endrick se le iba, ha puesto en su conocimiento lo que le espera en España cada vez que salga de un regate.
Era poco menos que el bautismo de Endrick con el Real Madrid después de ser presentado como nuevo jugador blanco el pasado sábado.
El Real Madrid, con muchas bajas por las internacionalidades y por lesión, se encuentra en Estados Unidos, con doce canteranos, preparando una ronda de tres partidos de pretemporada que le enfrentará a Milan, FC Barcelona y Chelsea.
Son tres partidos ante rivales de postín que aconsejan evitar relajaciones. Y eso es lo que ha hecho Rüdiger con Endrick. La entrada fue dura, pero sin peligro para su integridad. Solo un aviso de lo que le espera con los rivales... y en los entrenamientos.
La acción se produjo en el entrenamiento del lunes. Endrick se le fue conduciendo el balón y Rudiger frenó en seco su carrera.
Rüdiger, en su estado natural
Es Rüdiger en su estado natural. No distingue entre la final de la Champions League de un entrenamiento de pretemporada, siempre da el máximo. Y fiel al lema: si pasa el balón no pasa el delantero.
Rüdiger se asentó en el equipo la temporada pasada y supo liderar la zaga blanca a pesar de las bajas de larga duración de Militao y Alaba. No solo fue un puntal decisivo para convertir al Real Madrid en el equipo menos goleado del campeonato.
Además de marcar de forma impecable a sus rivales, anotó goles decisivos y ejerció de líder en partidos comprometidos que precisaban de una reacción, lo que le ha servido para meterse en el bolsillo a la afición madridista, que ha premiado su entrega y compromiso con el escudo que defiende.