El madridismo fue un clamor: "¡Nacho, quédate!". El Bernabéu le pidió a su capitán que siga liderando los éxitos del Real Madrid en el futuro. Y Nacho reaccionó.
"Somos los reyes de Europa, del mundo y del universo"
En el colofón final de la fiesta en el Bernabéu, Nacho se dirigió al madridismo entregado a su equipo. "cómo no te voy a querer", y soltó: “Buenas noches Bernabéu, ha sido una temporada espectacular. Una temporada para soñar. Trabajamos para noches como esta, como la de ayer (por la final). ¡Tenemos 15 Copas de Europa! Somos los reyes de Europa, del mundo, del Universo. Es un orgullo ser el capitán de esta plantilla”.
El Bernabéu rugía enfervorizado y Nacho soltó lo que todos esperaban: “Ojalá sigamos haciendo historia”. Lo dijo en primera persona del plural. Es decir, incluyéndose él en el futuro venturoso que aguarda al Real Madrid. Y el Bernabéu volvió a rugir.
Un poco de Modric es muchísimo
Nacho seguirá en el Real Madrid, como Luka Modric, que, tras el adiós de su amigo Toni Kroos, ha aceptado el reto de seguir en la plantilla blanca en busca de su séptima con otro rol y desde otra función. Y el madridismo lo celebra. Un poco de Modric es mucho, muchísimo.
La estrella croata se dirigió al Bernabéu: “gracias por el apoyo todo el año... ¡Hasta la temporada que viene!”. Era lo que la grada repleta de ilusionados madridistas quería escuchar. Da igual que el 9 de septiembre "Lukita" cumpla 39 años. Modric es patrimonio del Real Madrid, no puede ponerse otra camiseta que no sea la blanca. Como ha hecho Kroos: “Antes de todo, gracias. Por la despedida inolvidable en este estadio. Gracias por diez años aquí. Inolvidable. Sólo puedo decir gracias. Hala Madrid. Os quiero”.
Bellingham, como Taylor Swift
Bellingham superó a Taylor Swift en el mismo escenario y cantó el ‘Cómo no te voy a querer’ mientras el Bernabéu le respondía coreando el "Hey Jude de los Beatles". Y Ancelotti cerró el acto: “Lo bonito de ganar títulos es poder compartirlo con vosotros en noches como esta. Seguiremos juntos. Luchando, compitiendo. Este estadio es capaz de generar una energía que nos permite hacer cosas que pueden parecer impensables. Todo el mundo sabe que 90 minutos en el Bernabéu son ‘molto longo’.
Fue una noche feliz para el madridismo. Por la Decimoquinta, por el emocionado adiós de Kroos y por la esperanza de la continuidad de Nacho y Modric. El madridismo vive probablemente el mejor momento de su historia. Y no porque sea fácil superar la gloria de épocas pasadas.