El nuevo Bernabéu de Florentino Pérez tiene una capacidad de 81.000 plazas. 24.000 menos que el aforo del Camp Nou cuando finalicen sus obras de remodelación. Hoy el diario Marca descubre y recuerda un viejo sueño del expresidente Bernabéu, que aspiraba a proporcionar al Real Madrid el estadio más grande de Europa. No podrá ser.
Era el año 1973, poco antes de que le sorprendiera la muerte. Santiago Bernabéu andaba tras un sueño: un nuevo estadio que sustituyera al de Chamartín capaz para 120.000 plazas y que se convirtiera en la envidia del mundo.
En el viejo Bernabéu, el suyo, también cabían 120.000 personas, de hecho el Bernabéu ya era el estadio con mayor aforo de Europa, pero con trampa. En aquel recinto la mayoría de espectadores eran de a pie. Es decir, que solo los privilegiados asistían al fútbol sentados. Y era sabido que donde había un asiento cabían dos personas y media de pie.
Bernabéu quería el estadio más grande de Europa
Aquel Bernabéu registró entradas de 120.000 espectadores, muy por encima del Camp Nou, cuya mitad del aforo ya era de asientos, por lo que su capacidad total apenas era de 90.000.
Luego llegaron las normas de FIFA y UEFA, los estadios tuvieron que adaptarse a ellas de forma que todas las localidades tenían que ser de asiento para evitar accidentes. Y el Bernabéu perdió la grandiosidad de antaño. Su aforo quedó reducido a 85.000 gracias a la ampliación de la tercera grada.
Lo mismo sucedió en el Camp Nou, solo que la construcción del tercer anillo para el Mundial de 1982 llevó su aforo hasta las 99.000 plazas, ya muy por encima del Bernabéu. Y ahora, tras las últimas remodelaciones de ambos estadios, el Bernabéu se queda 81.000 plazas por las 105.000 que tendrá el Camp Nou.
"Solucionar los problemas de ruido, tráfico y estacionamiento"
El viejo sueño de don Santiago Bernabéu no se cumplirá, al menos de momento. Su proyecto, como recuerda Marca, contemplaba "la transformación del espacio en una zona verde para solucionar los problemas de ruido, tráfico y estacionamiento del centro urbano". Los problemas perviven.
El Real Madrid de Bernabéu recordaba entonces en una nota informativa que "cuando se hizo el estadio actual hubo quien pensó que estaba demasiado lejos, que era un disparate económico y hoy, el mismo estadio que en su día fue el orgullo de Madrid, al quedarse en pleno centro urbano, constituye un escollo para el tráfico, el estacionamiento y la circulación. En una palabra, ha quedado asfixiado por las construcciones y a su vez se ha convertido en un verdadero problema para esa zona de la ciudad". Marca recuerda que son los mismos problemas que afectan al Bernabéu actual: "el ruido, problemas de aparcamiento y las protestas vecinales tras las obras del Bernabéu, que se ha transformado en una estructura tecnológica gigantesca capaz de colapsar todas las actividades de ocio y entretenimiento de la capital".
Bernabéu quería sacar el estadio del Real Madrid de La Castellana por el bien de la ciudad y quería levantar un nuevo estadio, capaz para 120.000 espectadores (la mitad de pie y la mitad sentados), construyendo una torre de 70 pisos, la más alta de Europa, que financiaría la obra.
Una especie de Disneylandia rodearía al nuevo Bernabéu
El antiguo presidente quería llevar el coliseo a las afueras de la capital. Sería un estadio novedoso porque todas sus plazas estarían cubiertas. "Dispondrá de estacionamiento para 8.000 vehículos y de instalaciones deportivas con suficiente espacio para adaptarlas a cualquier competición de carácter internacional e incluso olímpico", explicaba el proyecto, siendo evidente que los gestores del club blanco se adelantaban a la posible celebración de unos Juegos Olímpicos en nuestras tierras", recuerda Marca.
El nuevo estadio contemplaba las tres graderías actuales y con un techo flotante. "Rodeando el nuevo estadio, una enorme zona verde destinada al descanso y la distracción de los socios y sus familias con piscinas, tenis (bajo techado), parque zoológico infantil, club campestre, es decir, una especie de Disneylandia". De eso, de acompañar las obras con la creación de un Disneylandia, no se ocupó Florentino Pérez años después.
El proyecto incumplía la legalidad
El proyecto, según explica Marca, tenía las ideas muy claras: "En el lugar que actualmente ocupa el Estadio Santiago Bernabéu, un gran parque moderno para el pueblo de Madrid, de cinco hectáreas y media de extensión (dos veces y media más grande que el Parque de Colón), dotado de piscinas, estanques transformables en invierno en pistas de hielo... y todo lo necesario para que el sitio sea tranquilo y a la vez atractivo". Y, además, "una torre de 70 pisos de oficinas, pisos particulares y un hotel de 600 habitaciones para servir al Palacio de Exposiciones y Congresos. Sería la torre más alta de Europa, con 248 metros de altura, y una dinámica en espiral".
El proyecto no pudo llevarse a cabo porque no cumplía los requisitos legales a causa de los permisos y autorizaciones que precisaba la recalificación de los terrenos de Chamartín y el nuevo estadio, que eran zona verde y deportiva. El alcalde de Madrid, Carlos Arias Navarro, futuro presidente del último gobierno de Franco, fue contrario a la operación y recalcó que estaba "tan prohibida como lo está el asesinato".
Y ahí acabó el sueño de Bernabéu que Florentino no ha sido capaz de llevar a la práctica. El Bernabéu no es ni será el estadio más grande de Europa. Al menos el actual Bernabéu.