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Un hombre con traje oscuro frente a un edificio de Tesla con autos estacionados.

Tesla en problemas: Musk pagará 209 millones por un accidente mortal

La defensa de Tesla en el accidente abre un debate crucial sobre responsabilidad y fiabilidad tecnológica

Tesla está en el ojo del huracán. Un jurado en Florida ha ordenado a la compañía pagar 209 millones de euros como indemnización por un accidente mortal ocurrido en 2019. El fallo responsabiliza parcialmente al sistema Autopilot, lo que supone un golpe directo a la reputación de la empresa de Elon Musk.

La noticia llega en un momento delicado. Tesla acaba de iniciar pruebas de su flota de taxis autónomos en Austin. Y ahora, la sombra de la duda planea sobre la seguridad de su tecnología.

El accidente que encendió las alarmas

Abril de 2019, carretera cercana a Cayo Largo. George McGee conducía su Tesla Model S con el piloto automático activado, su teléfono cayó al suelo, se agachó para recogerlo. En segundos, el coche atropelló a dos personas que estaban fuera de un vehículo estacionado.

Una de ellas, Naibel Benavides León, murió en el acto tras ser lanzada más de 20 metros. La otra resultó gravemente herida.

Un sistema “autónomo” que no lo era

Durante el juicio, los abogados de las víctimas fueron claros: Autopilot estaba en fase beta. Tesla lo sabía. Aun así, promocionó sus coches como si fueran capaces de conducirse solos.

Para el jurado, la estrategia de marketing de Tesla contribuyó al accidente. El veredicto: la empresa tuvo un 33% de responsabilidad. El resto recayó sobre el conductor, que ya había llegado a un acuerdo con la familia de la víctima.

El problema no es solo técnico. Es de comunicación. Si una empresa hace creer a la gente que puede soltar el volante, es lógico que algunos conductores lo hagan.

Musk responde

Tesla no acepta el fallo. La compañía afirma que el conductor no prestaba atención y que su pie en el acelerador desactivó el piloto automático antes del choque.

Hombre con micrófono usando traje frente a un automóvil blanco moderno en un entorno al aire libre
Tesla culpa al conductor por desactivar el piloto automático | Europa Press, Pexels

Musk y su equipo planean apelar. Argumentan que este tipo de demandas pueden frenar el avance de tecnologías que, según ellos, podrían salvar vidas en el futuro.

Un mal momento para Tesla

La sentencia llega justo cuando la empresa intenta reforzar su imagen innovadora. El lanzamiento de los taxis autónomos en Texas es un proyecto clave para su futuro. Sin embargo, un caso así puede afectar la confianza del público y dar argumentos a los reguladores para imponer controles más estrictos.

La competencia observa. Marcas como Waymo o Cruise podrían aprovechar cualquier debilitamiento de Tesla para ganar terreno.

Confianza en juego

El impacto de este juicio va más allá de los millones a pagar. Se trata de credibilidad. Y en el mercado de los coches autónomos, la confianza lo es todo.

El mensaje que deja este caso es claro: no basta con tener tecnología avanzada. Hay que ser honesto sobre lo que puede —y no puede— hacer. Si Tesla hubiese explicado los límites reales de Autopilot, quizá esta tragedia nunca habría ocurrido.

Ahora, Elon Musk tiene un nuevo reto: demostrar que sus coches son tan seguros como promete y que sus palabras valen tanto como sus baterías.