Sam’s Club, una de las cadenas más populares en Estados Unidos, vive días complicados. La marca, que es conocida por su propuesta de valor en productos a granel y beneficios para sus socios, ha introducido cambios que no han sido bien recibidos. Lo que parecía una actualización en su estrategia, ha resultado ser motivo de controversia.
En las últimas semanas, el descontento ha crecido entre los clientes más habituales de Sam’s Club. Las redes sociales y foros se han llenado de mensajes críticos. Y es que algunos usuarios sienten que la experiencia de compra ya no es la misma que antes.
El rollo de canela de Sam's Club, en el punto de mira
Uno de los productos más mencionados por los clientes ha sido el clásico rollo de canela de Sam's Club. Este postre, muy apreciado por su sabor dulce y su textura esponjosa, ha experimentado varios cambios en su presentación y calidad. El más evidente es que ahora se vende en paquetes de 10 unidades, en lugar de las 8 habituales.
Aunque a simple vista esto podría parecer una mejora en cantidad, muchos consumidores no lo perciben así. Algunos aseguran que la receta ha sido modificada y que el sabor ya no es el mismo de antes. También se ha señalado que el glaseado, que solía ser espeso y derretirse con facilidad, ha perdido esa consistencia cremosa tan característica.
Los clientes más fieles no han tardado en expresar su malestar tras probar la nueva versión. “Ahora parecen de fábrica, sin sabor ni alma”, comentó una clienta habitual a través de Facebook, visiblemente decepcionada. Otros comentarios apuntan a que los rollos ahora parecen menos frescos y más procesados.
Para muchos, este cambio representa una pérdida importante de identidad en uno de los productos estrella del club. El nuevo rollo de canela se percibe como más industrial, más alejado de la esencia artesanal que antes lo distinguía. Y con ello, aseguran, se rompe una tradición que muchos consideraban parte del encanto de comprar en Sam’s Club.
No es el único cambio que ha aplicado recientemente Sam's Club
Pero los rollos de canela no son el único motivo de quejas. La cadena también ha retirado las tarjetas físicas de membresía. Desde ahora, solo se puede acceder con un código digital desde la app móvil.
Este giro hacia la digitalización no ha sido del agrado de todos. Especialmente entre personas mayores, que no están tan familiarizadas con el uso de smartphones. “Mi padre tiene 70 años y no usa móvil, ¿cómo va a hacer la compra ahora?”, expresó un usuario en Reddit.
La eliminación de las tarjetas físicas ha generado un nuevo obstáculo para muchos clientes. Algunos consideran que se está dejando de lado a quienes no tienen acceso a la tecnología. Además, la falta de alternativas ha intensificado la molestia.
Sam’s Club busca modernizarse, pero parece haber perdido de vista una parte importante de su clientela. Cambios como estos, lejos de mejorar la experiencia, han generado confusión y rechazo. El malestar se ha extendido, y muchos ya no reconocen la tienda que solían frecuentar.
Lo que antes era sinónimo de calidad y comodidad, ahora se ve empañado por decisiones impopulares. Y aunque la marca no ha hecho declaraciones al respecto, el mensaje de los consumidores es claro. Sam’s Club ya no es igual que antes.