California ya tiene la gasolina más cara de todo Estados Unidos. Sin embargo, la situación podría empeorar. Un informe reciente advierte que, en 2026, el precio por galón podría alcanzar los 8 dólares.
Esto no es una simple cifra. Para millones de personas que usan el coche a diario, significaría gastar mucho más solo para ir al trabajo, llevar a los niños a la escuela o hacer las compras. El problema no se limita a los conductores: un aumento de esta magnitud afectaría a toda la economía del estado.
El cierre de refinerías, el detonante
Uno de los factores clave es el cierre de dos refinerías: Phillips 66 en Los Ángeles y Valero en Benicia. Juntas, representan casi el 20 % de la capacidad de refinación de California.

El estado consume más de 13 millones de galones de gasolina al día. Con menos instalaciones para producir, pero con la misma demanda, el resultado es inevitable: los precios suben.
La comparación es sencilla: si en una ciudad cierran varias panaderías, el pan será más caro porque habrá menos oferta. Lo mismo pasa con la gasolina.
Normas ambientales y dependencia externa
California es pionera en políticas ambientales. Sus leyes para reducir emisiones incluyen:
- Impuestos estatales sobre combustibles.
- Un estándar de combustible bajo en carbono.
- Programas que limitan la cantidad de gases contaminantes.
Estas normas ayudan a combatir el cambio climático, pero también encarecen la producción. Las refinerías deben invertir más para cumplir con los requisitos y, en algunos casos, prefieren cerrar antes que seguir operando con pérdidas.

Con menos refinerías locales, el estado tendrá que importar gasolina desde el Golfo de México, Texas o incluso Asia. Esto implica gastos extra por transporte marítimo y almacenamiento. Además, la dependencia externa aumenta el riesgo de que cualquier crisis, huracanes, huelgas o conflictos internacionales, dispare los precios de forma abrupta.
Un impacto que va más allá de los conductores
Si el galón de gasolina llega a 8 dólares, llenar el tanque costará mucho más que ahora. Sin embargo, el problema no termina ahí:
- Los camioneros tendrán que pagar más por combustible, lo que encarecerá el transporte de mercancías.
- Los precios de alimentos, ropa y otros productos básicos aumentarán.
- El costo de vida en California, ya elevado, podría volverse insostenible para muchas familias.
Los expertos proponen soluciones como mantener abiertas las refinerías, ajustar regulaciones o acelerar la adopción de coches eléctricos. No obstante, estas medidas requieren tiempo, inversión y voluntad política. Nadie puede asegurar que se apliquen antes de 2026.