La competencia entre los servicios de reparto en Estados Unidos no da tregua, y las estrategias para destacar son cada vez más creativas. DoorDash, una de las plataformas líderes en este sector, acaba de dar un paso que podría marcar un antes y un después. Aunque no es la primera vez que sorprende con nuevas iniciativas, esta jugada ha llamado especialmente la atención.
Esta vez, la empresa ha optado por implementar una solución tecnológica que pone en entredicho el modelo tradicional de entregas. El anuncio, que se hizo público el pasado jueves, 10 de abril, podría tener repercusiones directas en sus rivales más cercanos. Entre ellos, Uber Eats podría ser el más afectado por la inesperada novedad.

DoorDash incorpora robots en la acera
DoorDash ha comenzado a ofrecer una opción poco habitual a todos sus usuarios: elegir si su pedido será entregado por una persona o por un robot con ruedas. La empresa se ha aliado con Coco Robotics para poner en marcha este nuevo sistema, que ya funciona en ciudades como Los Ángeles y Chicago. Se trata de pequeños vehículos autónomos, con forma de caja, que circulan por las aceras sin generar emisiones.
Estos robots no son completamente independientes, ya que están controlados a distancia por operadores humanos. Aun así, han logrado completar más de 400.000 entregas, sorteando con éxito las dificultades del tráfico urbano. Coco cuenta con una flota superior a mil unidades, lo que les permite operar a gran escala y colaborar con cientos de restaurantes.

Uno de los principales atractivos de esta tecnología es el ahorro económico. Según datos de DoorDash, los restaurantes pueden reducir hasta en un 50% los costes de entrega al utilizar robots en lugar de repartidores humanos. Este detalle no es menor, sobre todo en un mercado cada vez más competitivo y exigente con los márgenes de ganancia.
Críticas, obstáculos y una batalla que acaba de comenzar
La llegada de estos robots ha despertado también una ola de críticas. En ciudades como Nueva York o San Francisco han sido prohibidos, al considerarse una amenaza para la movilidad peatonal y la fluidez del tráfico. Además, algunos ciudadanos se han mostrado hostiles, obstruyendo el paso de los dispositivos o incluso agrediéndolos físicamente, según informa Mundo Deportivo.

Otro punto delicado es el impacto laboral. La automatización de entregas ha generado preocupación entre quienes ven peligrar sus empleos como repartidores. Desde Coco y DoorDash insisten en que su intención no es reemplazar, sino complementar las formas de entrega tradicionales con opciones más sostenibles.
“No todos los repartos requieren un coche de dos toneladas”, afirmó Harrison Shih, director sénior de DoorDash Labs, defendiendo el modelo multimodal. La colaboración con Coco apunta a ampliar el alcance de las entregas de una forma más ecológica y eficiente. Y, mientras tanto, Uber Eats deberá responder rápido si no quiere quedarse atrás en esta carrera tecnológica.