Ford ha encendido las alarmas, la histórica automotriz estadounidense ha anunciado el cierre temporal de varias plantas en el país. Esta decisión, inesperada para muchos, no solo afecta a la compañía, sino que plantea un serio desafío a toda la industria automotriz nacional. ¿La razón? Una tormenta perfecta de problemas que se han acumulado en los últimos años.
Una decisión que sacude al país
El anuncio fue hecho por Jim Farley, director ejecutivo de Ford. Según él, no fue una decisión fácil, pero sí necesaria. Las plantas que se cerrarán temporalmente forman parte esencial de la cadena de producción de la compañía.
Farley explicó que la producción se estaba gestionando “día a día”, lo cual ya era insostenible. El desabastecimiento de materiales clave obligó a detener la maquinaria. Las plantas afectadas se encuentran principalmente en el medio oeste, una región que depende fuertemente de estos empleos industriales.

El problema con la cadena de suministro
La raíz del problema está en la dependencia de materiales importados, especialmente minerales raros provenientes de China. Estos recursos son fundamentales para fabricar componentes electrónicos, frenos, limpiaparabrisas y otros sistemas vitales para los vehículos modernos.
Pero las tensiones comerciales entre China y Estados Unidos, iniciadas durante el gobierno de Donald Trump, empeoraron la situación. Con aranceles del 125% y nuevas propuestas de tarifas del 10%, importar estos minerales se ha vuelto extremadamente costoso.
Farley fue directo: “Si no hay minerales, no hay producción”. Y eso está ocurriendo ahora.
¿Hay luz al final del túnel?
A pesar del panorama sombrío, hay señales de posible recuperación. Recientemente, se ha abierto una puerta al diálogo entre las dos potencias. Incluso se ha hablado de un acuerdo comercial que podría aliviar las restricciones actuales.

Ford ya está en conversaciones con el Ministerio de Comercio de China. Su objetivo: asegurar el acceso a materiales clave y proteger miles de empleos en Estados Unidos. También planea trabajar con ambos gobiernos para resaltar la importancia estratégica de la industria automotriz en la economía estadounidense.
Esto podría marcar un punto de inflexión si se logran acuerdos sostenibles y duraderos.
Más allá del cierre: otros desafíos
Este no es el único obstáculo que enfrenta Ford. La compañía también ha sido golpeada por otros problemas en los últimos meses:
- Más de un millón de vehículos fueron retirados del mercado por fallas graves de seguridad.
- Un conocido concesionario fue cerrado y sustituido por una cadena de talleres más económica.
- La competencia global presiona cada vez más, con marcas extranjeras ganando terreno en Estados Unidos.
Aun así, la marca sigue viva en el corazón de muchos. La historia reciente de un fan que restauró un Ford de 1969 demuestra que el valor emocional de Ford sigue siendo fuerte.