Nissan está en el ojo de la polémica. Miles de propietarios de vehículos con motores VC-Turbo han presentado una demanda colectiva contra la marca. La acusación es grave: la empresa conocía fallos en el motor desde 2019 y aun así siguió vendiendo los coches.
Se trata de una situación sin precedentes: coches que podrían sufrir un fallo de motor grave puestos en circulación sin advertencia. Hasta la fecha, casi 450.000 vehículos han sido llamados a revisión, pero la disputa legal apenas comienza.
Los afectados aseguran que estos fallos no son casos aislados y que la falta de información por parte de Nissan ha puesto en riesgo la seguridad de conductores y pasajeros. La polémica crece a medida que más propietarios descubren que sus vehículos podrían estar en peligro, generando incertidumbre y desconfianza hacia la marca. Mientras tanto, expertos en automoción advierten que este tipo de defectos mecánicos pueden provocar daños costosos y accidentes inesperados si no se detectan a tiempo.

Qué falla en el motor VC-Turbo
El motor VC-Turbo prometía ser una revolución, su sistema de compresión variable ajusta la posición del pistón para optimizar rendimiento y eficiencia. En teoría, genial. En la práctica, problemático.
El mecanismo utiliza bielas y cojinetes que deben moverse con precisión, si fallan, el motor genera virutas de metal y el aceite se contamina. El resultado: un fallo repentino. Un día conduces normalmente, al siguiente, el motor puede quedar inservible, este riesgo afecta a modelos populares como Infiniti QX50, QX55, Nissan Rogue y Altima.
Conductores en pie de lucha
Los propietarios afectados aseguran que Nissan ignoró el problema durante años. La demanda cubre a afectados y a todos los que tengan un coche VC-Turbo de 1,5 o 2,0 litros.
Los demandantes denuncian que la marca incluso rechazó reclamaciones de garantía relacionadas con estos motores. Esto ha generado desconfianza y enojo entre los clientes, que sienten que su seguridad fue puesta en segundo plano frente a las ventas.

Lo que está en juego
Para Nissan, las implicaciones son enormes. La empresa enfrenta no solo posibles multas millonarias, sino un golpe a su reputación y la confianza de los conductores. La seguridad de las personas está en juego: un motor que falla sin aviso puede provocar accidentes graves.
Nissan insiste en que los casos son aislados y que los modelos recientes ya están corregidos. Sin embargo, la cantidad de coches afectados y el retiro masivo generan dudas legítimas. Mientras tanto, los conductores deben estar atentos y revisar sus vehículos para evitar sorpresas desagradables.