El catecismo blanco no solo se recita en Movistar y DAZN. También TVE lo tiene presente en sus transmisiones. Incluso cuando se trata de exfutbolistas blancos.
La transmisión del Portugal-Eslovenia por parte de TVE, con Paco Caro y Carlos Marchena, fue un masajeo constante hacia un futbolista, Cristiano Ronaldo, cuyo juego dio más pie a las risas que a la admiración.
Las rabietas de Cristiano Ronaldo no existen en TVE
Agotaron los calificativos de admiración para describir la grandeza de este futbolista que después de fallar un penalti y conducir a su selección a la ruina, era tan valiente que hasta pidió lanzar una pena máxima en la tanda de penaltis. ¡Qué maravilla!
Los narradores aplaudieron a rabiar el juego (?) del portugués. Y el mérito que tiene seguir jugando a los 39 años, como si alguien le obligara a hacerlo. Hubo aplausos para los regates iniciados y no acabados, para los 8 disparos a puerta que no encontraron la portería, para sus quejas al árbitro y a los rivales. También para sus quejas a sus propios compañeros por hacer las cosas mal, y no como él. Por su obsesión de exigir a sus compañeros que le dieran el balón en todo momento. Y por sus gestos de niño frustrado porque algo no le ha salido como ha querido.
Solo le faltó fallar un penalti que pudo darle el triunfo a Eslovenia, pero falló y en lugar de héroe le pasó a corresponder el papel de villano. Pero para TVE no había nada de eso. Ni Cristiano Ronaldo jugaba mal, ni sus torpezas eran motivo de hilaridad ni su afán de protagonismo merecía crítica alguna.
Lo que TVE calló sobre Cristiano Ronaldo
Tan puestos en su papel estaban los comentaristas de TVE para dejar en buen lugar a Cristiano Ronaldo, que olvidaron informar a los espectadores del griterío atronador que se produjo en el estadio cuando el portugués falló el penalti. Miles de gargantas entonaron el ya conocido "¡Messi, Messi!" sabiendo que esas dos sílabas son capaces de descontrolar al divo portugués.
¡Qué calladito se lo tenían en TVE! Lo que no gusta no es noticia. Y parece que van con pies de plomo ante cualquier cosa que tenga que ver con el Real Madrid, su presente, su pasado o su futuro.