A los aficionados les puede sorprender que las relaciones entre el Barça de Joan Laporta y el Manchester City de Pep Guardiola no sean fluidas. Pero no lo son. Prácticamente no hay trato entre ellos.
Sorprende porque fue Joan Laporta quien le dio a Pep Guardiola la oportunidad de dirigir al primer equipo del FC Barcelona cuando no tenía más experiencia que un año en Segunda B con el filial blaugrana.
El ascenso de Deco que no gusta a Guardiola
Por otro lado, Laporta y Guardiola siempre han congeniado coincidiendo en el tema político. Ambos simpatizan con el movimiento independentista catalán, aunque desde la distancia Pep entiende que el Barça debería implicarse más de lo que ha hecho en la causa.
Pero no van por ahí los tiros de la desavenencia entre las dos partes, que se ha acentuado en los últimos años, coincidiendo con el ascenso de Deco a los cielos del entorno de Laporta. No hay que olvidar que en 2008, cuando Guardiola cogió las riendas del primer equipo del Barça, la primera decisión que tomó fue echar a Deco del Barça. La segunda, liquidar a Ronaldinho. La tercera, cargarse a Eto´o.
Deco nunca se lo perdonó. Después de cuatro años en el Barça, su carrera transcurrió primero en el Chelsea, durante dos años, y finalmente se estrella se apagó en el Fluminense.
Laporta está dolido con Guardiola
A Guardiola no le hizo ninguna gracia que Deco ascendiera al puesto de director deportivo provocando la salida de Mateo Alemany y Johan Cruyff, más de su cuerda. Y entendió que la decisión se justificaba con la amistad que une a Deco con Alejandro Echevarría, el cuñadísimo de Laporta, que manda más de lo que parece en este Barça.
Antes llegó el tema de Ferran Torres. Fue el primer fichaje de Joan Laporta en su segundo mandato buscando un acercamiento con Pep y con el City. Pero ni Pep ni el City se apiadaron de Laporta y le hicieron pagar el gusto y las ganas por Ferran. Ni un euro le rebajaron: 55 millones.
Luego vino lo de Joao Cancelo el pasado año. Xavi pidió su cesión con desesperación, pero Pep prefirió enviarlo al Bayern de Múnich. Cancelo volvió al City y Pep se lo quitó de encima. No congenia con él. Por eso esta vez sí aceptó enviarlo al Barça porque no había más ofertas de cesión por él más que por ganas de reforzar al equipo de sus amores.
Guardiola vetó el fichaje de Bernardo Silva por el Barça
Por el camino el Barça se ha estrellado en sus intentos de fichar a Bernardo Silva. En el puesto de mando blaugrana se impuso la teoría de que fue el propio Pep Guardiola quien le sacó de la cabeza a Bernardo Silva irse al Barcelona.
Ahora aparecen informaciones que sostienen que el City estaría interesado en fichar a Frenkie De Jong. Y la respuesta de Laporta, que el año pasado hizo lo posible y lo imposible para venderle, es ahora remitir al City a la cláusula de rescisión de Frenkie De Jong, que asciende a 400 millones de euros, una cifra que obviamente el City no va a pagar.
Laporta estuvo el pasado verano muy cerca de cerrar la venta de De Jong al Manchester United por 80 millones. Y si el neerlandés no salió del Barça fue porque él mismo se negó a dejar el Barça empecinado en cumplir su contrato.
Habrá que despedirse del regreso de Joao Cancelo
Si Guardiola necesita algo del Barça lo tendrá mal si las decisiones las tiene que tomar Deco, que se la tiene guardada. Por eso habría que empezar a despedirse ya de Joao Cancelo. Aunque no le soporte, Guardiola preferirá quedárselo en el City antes que regalárselo a Deco.
Las relaciones están rotas. Se entiende que Pep Guardiola esté pensando en su regreso a Barcelona como rival de Laporta en las elecciones y no como aliado. Su objetivo es liderar el postlaportismo en el FC Barcelona.