El FC Barcelona vive instalado en un ambiente de desilusión que exige soluciones urgentes. Joan Laporta pretende revertir esta situación con dos fichajes ilusionantes.
El Barça busca magia en su juego de ataque
Olvidados Zubimendi y Kimmich con el regreso de Eric García para ocupar la posición de pivote, el Barça busca magia para su juego de ataque y concentrará todos sus esfuerzos en dos delanteros.
El objetivo del club es culminar la Operación 300 millones con la salida de jugadores emblemáticos y menos emblemáticos con el fin de abordar la incorporación de Nico Williams y Dani Olmo.
Nico Williams es el Dembélé que pide Xavi
El primero es el "Dembélé" que ha pedido Xavi, que ve en el delantero vasco al jugador ideal para suplir la baja del actual jugador del PSG por sus características desequilibrantes e imprevisibles. El segundo, canterano del Barça ahora en el Leipzig, está en la agenda blaugrana desde hace cuatro años.
Williams, de 21 años, y Olmo, de 26, encajan en la estrategia del club de formar un equipo joven y con proyección que acabe consolidándose en dos o tres años.
El Athletic se cierra a negociar y no vende, pero Nico Williams tiene una cláusula de rescisión asequible, de 50 millones de euros.
No es un delantero goleador, pero concentraría el interés de los defensas por la izquierda dejando más libre a Lamine Yamal por la derecha.
Williams es ambidiestro y lo que gusta de él es su facilidad de desborde capaz de levantar al público de sus asientos. Además, ha congeniado con la joven generación blaugrana en sus convivencias con la selección.
Olmo llegaría con ADN Barça
Dani Olmo, por su parte, ha conseguido poner de acuerdo a Xavi y a Deco. Acaba de cumplir 26 años, pero posee una amplísima experiencia internacional, con sus clubes y la selección.
Formado en La Masía, no tendría problemas de adaptación con el ADN que caracteriza al Barça y que él comparte. Su polivalencia y velocidad permiten recolocarle en el extremo izquierdo, la media punta o incluso como delantero centro. Es decir, Xavi podría cubrir con él varias posiciones en el campo.
Su cláusula de rescisión es de 60 millones hasta el 15 de julio, como apunta hoy Mundo Deportivo, por lo que el Barça no puede demorarse en su contratación. Y más teniendo en cuenta que el club azulgrana no es el único interesado en él.
A favor del FC Barcelona está la voluntad del jugador, que arde en deseos de volver a casa y triunfar en el club que le vio nacer.
110 millones es el precio que el Barça pagará este verano en fichajes con los 300 que espera obtener de la salida de un puñado de sus futbolistas actuales.