Existe un enfado tremendo en el FC Barcelona después de haberse conocido el segundo plantón consecutivo de Nico Williams. Después de semanas en los que parecía hecho el acuerdo, el delantero ha terminado renovando con el Athletic Club. Lo ha hecho con un contrato hasta 2035 y doblando su sueldo actual... superando de manera amplia al que iba a cobrar en el Camp Nou.

Después de lo ocurrido, y aunque no había un programa preparado, Josep Pedrerol preparó horas después un especial en 'El Chiringuito'. En este, ofreció novedades al respecto de este asunto, señalando directamente al culpable del rechazo de Nico Williams.
Un culpable en el Barça
"Hay una dejadez por parte de Deco que llama mucho la atención en el entorno de Nico Williams. Después de plantear la libertad en caso de que no pudiera ser inscrito, el Barça estuvo seis días sin dar señales de vida, filtrando que Luis Díaz es la opción número 2 y podría incluso venir", afirmó Josep Pedrerol.
En este sentido, el catalán continuó: "El Barça esperaba que se pusieran nerviosos, y no se puso nervioso nadie. Ha sido una estrategia que no ha salido bien. Hay un perdedor que es el Barcelona: no puede salir diciendo ‘hemos ganado’. El que ha ganado es el Athletic Club".
Ultimátum para Nico Williams
"No es tan sencillo. Ayer Deco llamó al entorno de Nico Williams con ganas de cerrarlo. La respuesta fue: ‘¿Por fin tenéis garantías? ¿Ya las tenéis?’. La respuesta es no. Ayer Deco sabe que Nico no va al Barça porque no puede ofrecerle garantías. El que se ha enterado esta mañana no sabe cómo se ha negociado y no ha pintado nada en esta operación", indicó Josep Pedrerol.
Finalmente, el presentador de 'El Chiringuito' cerró: "El ultimátum no acabó el domingo, fue el jueves de la semana pasada y tenían hasta el sábado. El Barça le dio 48 horas para aceptar su oferta".
El Barça, harto de Nico Williams
En este sentido, lo que está claro es que Nico Williams ha perdido toda oportunidad de vestir la camiseta del FC Barcelona. El hartazgo es real y nadie quiere volver a escuchar su nombre. La primera se pudo pasar, pero no esta segunda. Fue él el que se ofreció y ahora ha rechazado el movimiento con mucho tiempo por delante y sin decir nada.
No solo hay enfado en las oficinas del Barça, sino también en el vestuario. Los amigos más cercanos al navarro se sienten traicionados y nadie entiende lo que ha pasado. Hay lío.