Mientras Florentino Pérez saca pecho por su techo retráctil, su marcador psicodélico y su estructura de acero del siglo XXV, él y su prensa callan sobre los problemas con un césped enfermo y las quejas de los vecinos. La fuga de gas de esta mañana ha sido la gota que ha colmado la paciencia de los vecinos de la zona.
De eso poco o nada informan los medios al servicio de los intereses de Florentino Pérez y el Real Madrid, anestesiados ante la majestuosidad de su mesías y su causa.
El Bernabéu, "okupado" el fin de semana del alirón
Pero en El Món de RAC1 se han preocupado por la fuga de gas de esta mañana y han contactado con Enrique Martínez, presidente de la Asociación de Vecinos Perjudicados por el Bernabéu, que ha mostrado su indignación por los conciertos constantes que se celebran en el Bernabéu, algo de lo que presume mucho el presidente blanco y su corte mediática. Dinero, dinero y más dinero.
Por hacer dinero el Real Madrid es capaz de privar a sus aficionados de la celebración del título de liga en el Bernabéu por estar literalmente "okupado". El viernes, sábado y domingo de ese fin de semana en el que el Real Madrid recibía el trofeo de La Liga, el Bernabéu estaba ocupado por actuaciones musicales y lo primero es lo primero. Ayuntamiento, Comunidad, Cibeles. ¿Y el Bernabéu? Silenzio Stampa.
"Una ola de indignación ciudadana contra el Bernabéu"
Y Enrique Martínez ha hablado claro en RAC1 denunciando delitos contra la salud: "hay centenares de denuncias y es posible que sobrepasen el millar por el ruido que generan los espectáculos musicales. Han convertido el estadio en un eventódromo porque están haciendo conciertos cada dos por tres, de manera continuada, en un estadio que no tiene la licencia para ello porque es un recinto para eventos deportivos. Solo excepcionalmente se puede hacer un concierto".
Y a pesar de poder cerrar su techo, algo ha fallado porque "no está insonorizado y los niveles de ruido son absolutamente insoportables. Superan con muchísimo la normativa legal y hay una ola de indignacion ciudadana porque está afectando a muchísimas personas: niños, mayores, pequeños… es insostenible".
"La gran mayoría de medios silencia las quejas"
Enrique Martínez está dispuesto a acudir a la justicia europea: "La gran mayoría de los medios silencia las quejas y tenemos la plena conciencia de que la única posibilidad de que este auténtico disparate se revierta es por la vía judicial. Sabemos que es larga, costosa, pero la ganaremos porque además en este caso de los ruidos trascienden la vía administrativa. Son delitos contra la salud. Son historias reales de personas que sufren una situación insoportable".
Y explica el motivo de sus quejas: "a partir de las once de la noche no se puede superar en zona residencial los 45 decibelios más un margen de 5, hablamos de 50, pero es que en algunos casos se llega a 90, pero bueno vamos a hablar de 80. Esos 30 decibelios están absolutamente por encima de la ley y representan diez veces más del nivel permitido. No es una escala normal, como podría ser de velocidades, es diez veces más lo permitido. Esto atenta contra la salud general y está considerado como un posible delito. Cuando vienen funcionarios a medirlo nos dicen que es increíble e insoportable. No vamos a parar hasta que acabe este disparate".
"La Administración no defiende a los ciudadanos"
También ha tenido palabras contra el aparcamiento en el que esta mañana se ha producido una fuga de gas: "Por razones que desconozco existe una dejación de funciones de la administración, que es la que tiene que defender a los ciudadanos".
Y concluye: "Les doy un dato: tenemos informes del propio ayuntamiento, que ya los tiene la juez en su poder, diciendo que esas obras no se pueden hacer. Son del director general de planeamiento del ayuntamiento de Madrid, dos informes de diez páginas cada uno". "¿Eso no es delinquir?", le preguntan: "Claro, pero a los cuatro días de publicar los informes, él mismo hace un informe diciendo bueno, mire, donde se ha dicho esto, no se ha tenido en cuenta que en realidad esto es para tal y cual, mareando la perdiz. A los cuatro días aprueba esos proyectos de obra".