Pep Guardiola prepara su vuelta a casa después de sus periplos exitosos en el Bayern y Manchester City. El 30 de junio de 2025 acaba contrato con el club citizen y su idea ahora mismo es regresar a Barcelona.
"La realidad es que estoy más cerca de irme que de quedarme. Ya hablé con el club y le dije que por ahora quiero quedarme. Estaré aquí la próxima temporada, luego hablaremos, pero llevo ocho o nueve años aquí… Veremos". Con esta enigmática frase celebró Pep Guardiola su sexta Premier League (curta seguida) con el Manchester City.
¿Y después del City, qué...?
A Pep le queda un año más de contrato y luchará para que su despedida se produzca festejando de nuevo la Premier League y acompañándola con su segunda Champions League blue.
¿Y después qué? Desde el mismo momento en que Joan Laporta accedió a la presidencia del Barça, ha estado intentando convencer a Guardiola para que volviera a casa. Pero Pep nunca lo ha visto claro. Pidió tiempo y el tiempo le ha convencido de que las cosas no se estaban haciendo bien en el Barça.
Su idea es volver y arreglar los estropicios pero partiendo de cero. Sin ligarse a Laporta ni a nadie del entorno actual del Barça. Lo que no hará es regresar como entrenador. Eso lo tiene muy claro. Esa asignatura ya la tiene aprobada con nota. Lo que le seduce del Barça es cambiarlo de arriba a abajo y arreglarlo.
Una candidatura ganadora
En junio de 2025 dejará el City. A Laporta le quedará entonces un año de mandato si es que antes no ha tenido que salir en globo como consecuencia de una moción de censura. En ese año, Pep tendrá tiempo más que suficiente para organizar una candidatura ganadora con gente preparada copiando el estilo de trabajo que Ferran Soriano ha instaurado en el Manchester City.
Joan Laporta no ha logrado su objetivo de captarle para su causa, recordando que en sus cuatro años en el banquillo del Barça logró 14 títulos de 19 posibles. Entre ellos dos Champions League. Y sigue pensando que Pep puede ser su carta ganadora para salir reelegido en 2026.
A Pep le duele el Barça
Pero Pep no está por la labor. No solo no le gusta el Barça de Laporta, sino que le duele. Ha visto cosas que no le han gustado nada y no reconoce en Laporta al presidente coherente que le dio la alternativa como entrenador en 2008.
Y ahora el entorno de Guardiola se mueve para dar con una cabeza visible como candidato, alguien limpio que no tenga nada que ver con el pasado más reciente. Y en esa candidatura se implicará Guardiola como presidente ejecutivo, tomando decisiones y poniendo orden en el club. Así se ve Pep en el futuro dentro del Barça. Y en ese futuro no cabe Joan Laporta.