"¿Cambiarías a Lamine Yamal por Mbappé?" La pregunta surgió en el podcast de Jota Jordi "Sólo para culés". La cuestión la planteaba a Joan Gaspart, expresidente del Barça.
Uno es el futuro (16 años). El otro el presente (25 años). "Yo soy Florentino Pérez y le digo "Presidente Gaspart, yo le doy a Mbappé y uste me da a Lamine Yamal". ¿Qué le diría?". Así planteó el tema Jota Jordi.
Gaspart no cambiaría a Lamine Yamal por Mbappé
"Que no. Yo no. ¿Un canje? Yamal no es ni mejor ni peor, es diferente. Para unos es mejor y para otros es peor", respondió Gaspart.
Gaspart justificó su respuesta: "Lo importante de Lamine Yamal, su valor, no es la edad, es la calidad que tiene... Pero lo vuelvo a repetir, él sólo no nos hará campeones el año que viene. Hay que rodearle. Hay que acompañarle".
Toni Freixa, excandidato perdedor a la presidencia del Barça en las últimas elecciones, añadió: "Si me das a escoger entre Yamal y Mbappé me quedo con Lamine porque es el mío".
Y añadió: "Para hablar bien de Lamine Yamal, que está justificadísimo, no tenemos que degradar a un grandísimo jugador como es Mbappé. Futbolísticamente siento envidia de que el Real Madrid se haya llevado a un jugador de este nivel... Cuando veo un talento innato lo quiero para en el Barça, porque tradicionalmente el Barcelona siempre ha tenido grandes talentos".
Se vienen desafíos como los de Messi y Cristiano Ronaldo
Sea como fuere, Lamine Yamal en el Barça y Kylian Mbappé en el Real Madrid están llamados a protagonizar grandes desafíos en los próximos años liderando a sus respectivos equipos.
Nada sería mejor para el fútbol español que se repitieran los duelos eléctricos protagonizados por Leo Messi y Cristiano Ronaldo, que dieron lustre al clásico convirtiéndole en el partido que apasionaba al mundo entero.
Ahora mismo Mbappé puede ser considerado el mejor jugador del mundo, pero Lamine Yamal tiene un futuro impresionante por delante. Y si a los 16 años ya está entre los mejores, ¿cómo será cuando supere la veintena?
Las dos estrellas están llamadas a protagonizar grandes tardes de fútbol en los próximos años.