El Barça salió del Bernabéu con la sensación de haber sido atracado.
De entrada, mientras los espectadores miraban el marcador electrónico, los jugadores del Barça sufrían el estado del terreno de juego. Un patatal indigno de Primera División.
La pelota entró en la portería del Real Madrid
Y luego la actuación arbitral, con un De Soto Grande muy interesado en que don Florentino y Real Madrid TV no le enviaran a la nevera.
Todos los planos nuevos que van saliendo del disparo de Lamine Yamal confirman que la pelota entró en la portería del Real Madrid en su totalidad.
El Barça se sintió víctima de la organización de una Liga que es tercermundista. Eso no hubiera sucedido en ninguna de las otras cinco grandes ligas europeas.
El propio Lamine Yamal confirmó en TikTok la legalidad de su gol reafirmando así la sensación de atraco que afecta al barcelonismo.
Y existen otros planos que aprovechando la realidad virtual demuestran que el balón entró en su totalidad dentro de la portería de Lunin.
Al margen de este gol legal, que no es el primero que le anulan al Barça en los últimos años (ante el Betis y el Valencia), la señalización del penalti clama al cielo.
El teatro de Lucas Vázquez
En todas las repeticiones se aprecia cómo Lucas Vázquez, que es maestro y reincidente en la materia, busca el contacto con el rival para tirarse al suelo.
Se apreció en todas las repeticiones menos en la del VAR. El Real Madrid tiene acongojados a los árbitros con sus medios oficiales y en el clásico quedó demostrado.
La cuestión es que en el clásico vimos un videomarcador de 360º, un palco de lujo, un techo corredizo, un césped retráctil... un patatal como terreno de juego y la ausencia de tecnología para decidir si un balón entra o no.
Pero el aparato de propaganda al servicio de Florentino Pérez le pone sordina al tema. Hoy no toca hablar de los árbitros, y sí del marcador del 360º. Eso es lo importante.