Mientras estuvo en el Real Madrid, a Cristiano Ronaldo se le toleraron todos sus actos de chulería, soberbia y mal compañerismo.
Decían entonces que era un profesional como la copa de un pino y que solo quería ganar, ganar y ganar. Así se justificaba que abroncara, por ejemplo, a un compañero del equipo blanco por marcar un gol en lugar de pasarle a él la pelota.
Su vedettismo ha ido a más con el paso de los años. Y resulta más patético cuando está a punto de llegar a los cuarenta años. No se da cuenta de que arrastra su nombre y su memoria por los campos árabes y roza el ridículo partido tras partido.
"¡Qué me importa lo que diga Xavi si juega en una Liga que no interesa, como la de Qatar", dijo hace unos años Cristiano Ronaldo. En esa época aún le dejaban a él jugar en el Manchester United.
Puede aplicarse el cuento. La diferencia es que Xavi nunca fue noticia por pantochadas como las que protagoniza él constantemente.
La impresentable bronca de Cristiano Ronaldo a Laporte
La última, abroncar en el centro del campo a sus compañeros por responsabilizarles de un gol encajado. Les acusa de estar durmiendo y parece que también de haberse hecho encima sus necesidades.
Lo curioso es que uno de los destinatarios del mensaje de los gestos de Cristiano Ronaldo era Aymeric Laporte. Campeón de la Eurocopa con la selección española hace dos meses en Alemania.
Laporte jugó una Eurocopa impecable con España y colaboró en el triunfo final, a diferencia de Portugal, a la que Cristiano Ronaldo condujo al fracaso.
Muy de Cristiano Ronaldo, que se retirará sin ser campeón del mundo y muy lejos de los récords de Leo Messi.
No ha logrado ni un solo título en Arabia
De hecho, le pagan una fortuna en Arabia para conquistar títulos y no ha logrado ni uno. El último lo perdió con el Al Hilal de Neymar, que vapuleó al equipo de Cristiano Ronaldo por 1-4 sin compasión.
Cristiano Ronaldo ha descubierto al Al Nassr, su club, que el dinero no garantiza la felicidad. Le pagan a la vedette portuguesa 200 millones al año, y dos años después siguen sin saber lo que es ganar un título.
Cristiano Ronaldo prosigue en la pendiente que inició cuando le echaron de la Juventus y que continuó tras su despido del Manchester United.
Hace unos pocos meses fue sancionado por el Comité de Disciplina de la liga árabe por unos gestos obscenos y groseros que dedicó al público rival.