Matthijs de Ligt terminó, con razón, muy cabreado tras el Real Madrid 2-1 Bayern. En el minuto 103, el defensor neerlandés anotó un gol completamente legal que habría significado el empate a dos y la posterior disputa de una prórroga. No obstante, antes de que disparara, el juez de línea decidió levantar la bandera señalando un fuera de juego inexistente.
La norma es clara y dice que, en caso de duda, el juez de línea no debería levantar la línea, dejando que la acción se termine ejecutando. No hizo caso a la misma el linier de Szymon Marciniak, que rápidamente señaló un fuera de juego inexistente en la acción que habría significado el empate del Bayern en el Santiago Bernabéu.
“Ha sido una vergüenza”
Terminado el partido en el Bernabéu, De Ligt atendió a los micrófonos de Movistar+, haciendo notorio su enfado por la decisión del linier en la acción que habría significado el 2-2:
“¿La última jugada? Todos sabemos las reglas. Ante un posible fuera de juego tienes que dejar seguir jugando. Ha sido una vergüenza. El linier me ha dicho que ha sido un error, que lo sentía”, afirmó el neerlandés.
En este sentido, lejos de quedarse aquí, el defensor del Bayern añadió: “Con el gol de Joselu (el segundo) sí dejó seguir jugando y con el nuestro no”.
¡Estas cosas solo pasan en el Bernabéu!
El árbitro polaco Szymon Marciniak pitó antes de que De Ligt rematara, por si acaso, y anuló la acción por un fuera de juego que no existió. Curioso que invalidara la jugada cuando los árbitros permiten concluirla desde que el VAR entró en funcionamiento.
Mala suerte para el Bayern, que precisamente con Ancelotti en su banquillo descubrió recientemente lo que se siente cuando a uno le roban en el Bernabéu. Entonces Ancelotti se quejó amargamente. Ahora no dice nada.
Son las cosas que pasan en el Bernabéu cuando el Real Madrid no sabe ganar solo con su juego...