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Las imágenes hablan por sí solas

Rüdiger incendia las redes sociales con este bofetón en el entrenamiento

Las gracias de Rüdiger pierden la gracia cuando se alejan del ámbito de sus compañeros

Antonio Rüdiger es un tipo divertido y bromista, aunque sus bromas tienen poca o ninguna gracia y traspasan los límites de lo aceptable en ocasiones.

Que se lo pregunten, si no, al utillero del Real Madrid, Manolín, que así se llama. Manolín ha recibido dos bofetones de los que suenan del central alemán en uno de los últimos entrenamientos del Real Madrid. 

Dos bofetones al utillero que estaban fuera de lugar

Es cierto que también lo hace con sus compañeros cuando festeja un gol. Y que es habitual en él como forma de comportamiento. Incluso Mbappé aprovechó la ocasión para devolvérsela.

Pero esta vez no ha sido con un compañero, sino con el utillero del primer equipo Manolín.

El empleado del club no estaba en el entrenamiento pasando un buen rato, sino trabajando. De ahí que encajara muy mal los bofetones de Rüdiger, tal y como se puede apreciar en las imágenes.

Las imágenes las ha captado El Desmarque, y rápidamente se han convertido en virales en las redes sociales. 

Rüdiger descarga su ira contra el más vulnerable

Son muchos los que opinan que Rüdiger ha descargado su ira contra "el más vulnerable" del grupo.

Y es que unas cosas son las bromas y las confianzas con sus compañeros y otra el respeto que merece un empleado del club.

Para muchos es solo una broma, pero en muchos otros casos las imágenes, que captan dos bofetones, han generado indignación.

Conduciendo por La Castellana sin manos

El Desmarque recuerda que en sus dos años madridistas las ha hecho de todos los colores. Rüdiger ha retado a un policía, ha zarandeado a Ancelotti y ha conducido por la Castellana sin manos.

También son famosas las "palizas" a sus compañeros para festejar un gol. Y Mbappé quedó sorprendidísimo con la celebración de su primer gol en la Supercopa ante el Atalanta. 

Rüdiger le dio dos collejas al francés y acabó atizándole golpes en la espalda, riñones y piernas.

Y Mbappé se lo devolvió todo con un reciente gol del alemán ante el Stuttgart en la Champions League.

Pero los bofetones al utillero Manolín son otra cosa. No merecía eso.