Kylian Mbappé ha quemado una nueva etapa en su larga andadura hacia el Bernabéu. Anoche se despidió de París en una cena a la que invitó a 250 personas muy queridas por él y entre las que no se encontraba el presidente del PSG, Nasser Al-Khelaïfi.
250 invitados "queridos" sin el presidente
Mbappé juntó a 250 personas que han tenido influencia en su vida durante los siete años de permanencia en el PSG. Y allí, en el restaurante "Gigi", antiguamente llamado "La Casa Blanca", citó a muchos empleados del PSG que compartieron su vida con él en este tiempo. También familiares, compañeros con sus parejas, amigos y personas que han incluido en su carrera.
A Mbappé ya solo le resta jugar un partido, el último con la camiseta del PSG: la final de la Copa francesa el próximo sábado. Después del choque, quedará liberado para anunciar su fichaje por el Real Madrid, aunque ha pactado con Florentino Pérez esperar al 2 de junio, el día después de la final de Wembley que enfrenta al Real Madrid con el Borussia Dortmund.
"¿Dónde va a jugar mi hijo?"
En su discurso ante los invitados, Mbappé no desveló ningún misterio: "Aquí estamos en familia, todos los que están aquí los considero gente querida, así que no va a ser fácil hablar y abrir mi corazón a todos.
No hay ningún mensaje que dar ni ningún truco que enseñar. Verdaderamente sois gente a la que quiero agradecer desde el fondo de mi corazón. Si estáis aquí es porque en algún momento tuvisteis influencia sobre mí”.
Al término de la cena, la madre de Kylian, Fayza Lamari, fue preguntada por los periodistas sobre el futuro inmediato de su hijo. Tampoco desveló el secreto a voces:
"¿Que dónde va a jugar Kylian el año que viene? Creo que todo el mundo lo sabe, ¿no?"
Y añadió: “como toda separación, han sido 7 años mágicos, París es mágica. No sé donde irá, confirmo que no lo sé”