Después de una noche amarga en Champions, las críticas no tardaron en llegar. El Real Madrid se despidió del torneo dejando una imagen muy lejana a la que exige su escudo. Y como siempre ocurre tras un fracaso, empiezan a buscarse culpables.
Una eliminación dolorosa
El Arsenal no solo eliminó al Madrid, lo hizo sin sufrir demasiado. En ninguno de los dos partidos dio la sensación de que los blancos pudieran meterse realmente en la eliminatoria y eso, en este club, duele. Mucho.
Es por eso que ya se empiezan a escuchar análisis duros. El primero en levantar la voz ha sido Manu Carreño, que no ha tenido pelos en la lengua. Para él, hay dos jugadores que están muy por debajo de lo esperado y no, no solo ha señalado a Vinícius.

"No hay líderes"
Carreño arrancó su comentario con una frase clara: “Este equipo no tiene líderes”. Una sentencia que muchos interpretaron rápidamente como una crítica a los pesos pesados del vestuario, pero el periodista fue más allá, dio nombres.
Se refería, sin duda, a los dos atacantes llamados a marcar la diferencia: Vinícius Júnior y Kylian Mbappé. Dos estrellas mundiales que no han brillado en el momento clave.
Vinícius lo intentó, pero no fue suficiente
El brasileño estuvo algo más activo. Lo buscó, encaró, metió un gol, pero no fue su noche tampoco. Su desequilibrio habitual brilló por ausencia, por momentos, pareció quedarse sin ideas.

Carreño también fue crítico con él: “Lo intentó pero no le sale, está muy lejos de su mejor forma”. No le falta razón. Y aunque el esfuerzo estuvo ahí, al Madrid no le vale solo con eso.
Mbappé, muy lejos de lo esperado
El foco estaba sobre él. Mbappé tenía la oportunidad de demostrar que vino al Real Madrid para las noches grandes, pero se quedó en promesas. Apenas un disparo lejano sin dirección, poco más.
Carreño fue directo: “Mbappé muy discreto, no vino para esto, se espera mucho más”. Y no es el único que piensa así. El francés acabó el partido entre silbidos, algo impensable hace unos meses.

Es cierto que se movió, buscó espacios, intentó participar… pero nunca llegó a imponer su calidad. No fue decisivo. Y eso, para un jugador de su talla, empieza a generar dudas.
Una oportunidad para redimirse
Ambos tienen aún una bala en la recámara. La final de Copa puede cambiar la narrativa. El madridismo espera que den un paso al frente, que asuman el liderazgo que se les exige.
Porque si algo está claro, es que el Real Madrid no puede permitirse que sus dos grandes estrellas desaparezcan en las noches clave. El escudo pesa. Y ellos, más que nadie, deben estar a la altura.