Rodrygo Goes no quiere perder el tiempo. Ha visto su titularidad peligrar con la llegada de Mbappé y ha tomado la decisión de acortar sus vacaciones. Lo ha informado 'Relevo', haciendo especial hincapié en que el objetivo que tiene es estar presente en El Clásico contra el FC Barcelona que se disputará en Estados Unidos.
El periodista Jorge Picón ha explicado: "Rodrygo tiene la idea de viajar a Chicago el 31 de julio o 1 de agosto. Es decir, empezar a trabajar con el grupo antes de que se desplace a Nueva Jersey, donde jugará contra el Barcelona (3 de agosto a las 1:00 hora española). De hecho, su el objetivo es disputar ese Clásico en el Metlife Stadium para empezar a sumar minutos esta pretemporada".
Lo que quiere Rodrygo Goes es llegar en plenas condiciones al amistoso contra el Barça en Estados Unidos, teniendo la intención de despuntar para que vean que está en plenas condiciones. No le asusta la competencia, pero no quiere perder el puesto: sabe que es el jugador del ataque que más posiciones puede ocupar, y esto juega a su favor.
No abandonará el Real Madrid
Ha estado su futuro en entredicho. Desde la final de la Champions League no han parado de llegar propuestas por el internacional brasileño, pero la respuesta a todos los interesados ha sido la misma: "Tiene un precio marcado".
Si Rodrygo Goes no quiere estar, el Real Madrid no le pondrá impedimentos a su marcha... siempre que pueda llegar una oferta dispuesta a pagar su valor real en el mercado.
Y ese valor lo fijó Florentino Pérez en 150 millones. El Liverpool ya ofreció 120 millones, pero el Real Madrid quiere más. No va a regalar a Rodrygo ni a nadie, aunque el Liverpool estuviera dispuesto a ofrecer a su estrella, el colombiano Luis Díaz, como canje en la operación.
Además, el Liverpool no era el único interesado por Rodrygo Goes, también el Manchester City estaba dispuesto a entrar en la puja. Y también el PSG de Luis Enrique. Los dos clubes hicieron hecho llegar al Real Madrid que estaban dispuestos a subir su oferta a más de 100 millones, pero ninguno alcanzó la cifra demandada por Florentino.