Álvaro Carreras ha vuelto, el hijo pródigo regresa al Real Madrid después de cinco años fuera. Se formó en la cantera blanca, pero en 2019 emprendió su camino lejos de Valdebebas. Hoy, ese camino le ha traído de vuelta a casa y no por poco dinero.
El Real Madrid ha oficializado su fichaje tras cerrar un acuerdo con el Benfica. Carreras firma hasta 2031. Se convierte así en el segundo defensa más caro en la historia del club.
Fabrizio Romano revela la verdad
Como suele pasar con las grandes operaciones, Fabrizio Romano no tardó en dar detalles ocultos. El periodista italiano, referencia en el mercado de fichajes, reveló el secreto mejor guardado:
“El Madrid paga 45 millones más 5 por Obrador… en plazos”, filtró en su cuenta.
Ese "en plazos" fue la clave, el Benfica no cedió, Madrid no quería pagar todo de golpe, se negoció durante semanas. Finalmente, Florentino Pérez aceptó las condiciones del club portugués. No había escapatoria, el Manchester United, que tenía parte de los derechos, se desentendió por completo.
Una negociación interminable
Las conversaciones arrancaron en mayo. El Madrid buscaba reforzar el lateral izquierdo. Las dudas con Fran García y las constantes lesiones de Mendy lo hacían urgente, pero el Benfica no estaba dispuesto a facilitar el trato.
Desde el primer día dejaron claro que querían 50 millones. Ni un euro menos y aunque en Madrid intentaron rebajar el precio, el muro portugués no se movió. Se tanteó incluso al United para abaratar el coste, nada funcionó.
Al final, tocó rendirse, se pagaron los 45 millones en efectivo, más la cesión definitiva de Obrador, valorado en 5, todo repartido en plazos. Además, el Madrid renunció a los derechos de formación del jugador. Un sacrificio más para cerrar la operación.
Un fichaje con alma blanca
Pero no todo fue dinero, Carreras también empujó. Desde el primer momento dejó claro que quería volver, esperó, aguantó y rechazó otras ofertas. Su sueño estaba en Chamartín.
El Real Madrid prefirió cerrar el acuerdo tras el Mundial de Clubes, esperando un posible giro, no lo hubo. Pero sí una certeza: el compromiso del jugador fue clave. Su deseo inclinó la balanza.
¿Y ahora qué?
Carreras ya está en Valdebebas. Ha superado el reconocimiento médico y se suma a la pretemporada. Llega como estrella, pero sabe que deberá ganarse el puesto.
Tendrá que demostrar que está a la altura del escudo y del precio. El club confía en su solidez defensiva, su entrega y su capacidad de adaptarse tanto a defensa de cuatro como de cinco.
Cinco años después, el lateral vuelve, esta vez, no como promesa, llega como fichaje estrella. El reto es mayor, pero también la oportunidad. La historia de Carreras en el Madrid no terminó, solo estaba en pausa.