En el Real Madrid ya no sorprende que jugadores importantes empiecen a mirar con cariño hacia la salida. La llegada de Xabi Alonso y su apuesta por una nueva era ha acelerado decisiones que estaban en pausa.
Y entre ellas hay una que está a punto de concretarse en las próximas horas: el adiós de Brahim Díaz. Aunque renovó hace un año, el futbolista malagueño siente que su papel en el nuevo proyecto ha quedado relegado, y no está dispuesto a quedarse en el banquillo otra temporada más.
Brahim no quiere ser suplente en el nuevo Madrid
La irrupción de Arda Güler y Gonzalo, el peso de Bellingham, la llegada de Mastantuono y la vuelta de jugadores como Endrick o Rodrygo en posiciones similares le cierran el paso.
Solo la salida de Rodrygo podría frenar la intención del Real Madrid de facilitar su marcha. Pero no parece fácil que Rodrygo acabe saliendo.
La temporada pasada cumplió cada vez que se le dio la oportunidad, pero no fue suficiente para ganarse la confianza de Carlo Ancelotti. Ahora, con Xabi Alonso, la cosa no pinta mejor.
Por eso ha tomado una decisión valiente: salir del Real Madrid para volver a sentirse importante. Y lo hará en un destino que ya conoce y donde fue feliz.
El Milan, su casa: vuelve a San Siro
Brahim regresará al AC Milan. El acuerdo ya está cerrado y, según fuentes del club italiano, la operación se hará oficial en los próximos días.
El futbolista andaluz ya militó dos temporadas en San Siro, cedido, y dejó un gran recuerdo. El Milan también lo quería de vuelta el pasado verano, pero el Madrid prefirió retenerlo. Ahora, el escenario ha cambiado y el club blanco da luz verde a su salida.
Será un regreso a lo grande, ya que no estará solo. Se reencontrará con Luka Modric, que también ha cerrado su fichaje por el Milan tras decir adiós al Bernabéu. Dos jugadores con mucha clase que volverán a compartir vestuario.
Brahim también rompió con España
En su momento Brahim ya renunció a la selección española tras comprobar que Luis de la Fuente no contaba realmente con él. Dio el paso de nacionalizarse con Marruecos, donde sí le han prometido protagonismo. Todo responde a una misma idea: sentirse importante, ser titular y no vivir a la sombra de otros.
Italia le ofrece esa oportunidad. En el Milan tendrá minutos, confianza y el respeto que cree merecer. Lo tenía claro: antes que quedarse en Madrid viendo los partidos desde el banquillo, prefiere volver a un lugar donde se sintió futbolista.